Miembros del ‘Gobierno’ paralelo de Puigdemont se rebelan contra la disolución de su asamblea

Algunos miembros de la Comisión de Acción Política Interior del Consell de la República, la entidad independentista que desde Bruselas pilota Carles Puigdemont, han enviado este jueves una carta al expresident para expresar su desacuerdo con su decisión de disolver la asamblea de electos y dar más poder a la organización ejecutiva que él lidera. “Esta manera prepotente y española de hacer es propia de las cúpulas de partidos políticos con poca o nula democracia interna y es contraria a los valores de la república en la que pretendemos vivir”, defienden en su escrito. Entre los firmantes, según adelanta Vilaweb, están Josep Guia, Jaume Sastre, Mercè Zamora o Dolors Quintana.

“¿Por qué tanta prisa?”, se titula el escrito dirigido a la cúpula que encabeza Puigdemont, quien el pasado martes también en una misiva anunciaba su voluntad de disolver la asamblea. Los críticos afean el expresident su decisión de poner fin al órgano colegiado y la propuesta de sustituirlo por dos nuevos organismos internos “se haga por sorpresa un 28 de agosto, 79 días antes de la finalización del mandato” y dejando en el aire las elecciones de octubre para renovarlos.

Según el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, los firmantes califican de “ejercicio de autoritarismo de corte bonapartirsta” la decisión del eurodiputado de acabar con la asamblea. Esa decisión, ahondan, es “incompatible con los valores y el significado del Consell de la República”. Puigdemont apuesta por una reestructuración del ente para que tenga dos cámaras: una que se encargue de la representación de los consejos locales y las bases y otra que se encargue de elaborar “la legislación republicana”.

Puigdemont puso en marcha el Consell de la República después de decidir que abriría un frente internacional en la defensa de la independencia de Cataluña. El Consell funcionaría, según su plan, como un paragobierno fuera de Cataluña, a la espera de conseguir la secesión, y debería tutelar la hoja de ruta independentista. Sin embargo, la desconfianza entre fuerzas secesionistas ha frustrado su operatividad y ERC se mantiene al margen.

La decisión del expresident en rebeldía en Bruselas también coincide con las conversaciones previas para intentar pactar la investidura de Pedro Sánchez, en la que los votos de Junts per Catalunya son necesarios. Puigdemont abandonó hace un año la presidencia del partido que fundó para dedicarse al Consell.

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