_
_
_
_
_

Puigdemont disuelve su ‘parlamento’ paralelo en plenas negociaciones para la investidura de Sánchez

El expresidente catalán aborda una reforma a fondo del Consell per la República, la entidad que dirige desde Bélgica

Acto del Consell per la República, con la presencia del expresidente catalán, Carles Puigdemont, en febrero de 2020.
Acto del Consell per la República, con la presencia del expresidente catalán, Carles Puigdemont, en febrero de 2020.Albert Garcia
Marc Rovira

Los movimientos internos en la órbita de Junts per Catalunya se suceden discretamente en plenas negociaciones del partido con el PSOE para allanar el pacto de investidura de Pedro Sánchez. El último giro lo protagonizó este martes el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha decidido abordar cambios en el Consell de la República, la asociación privada que dirige desde Bélgica para mantener viva la llama del proceso independentista y que pretende ser una suerte de Generalitat paralela. El cambio anunciado este martes consiste en disolver la asamblea del Consell de la República —lo que sería un Parlament de Catalunya en la sombra— que debía renovarse el próximo mes de octubre, y que está copado por simpatizantes del ala más dura de Junts y del entorno de Puigdemont.

Los cambios los comunicó el propio Puigdemont en una carta a los registrados en el Consell de la República en la que expresa su voluntad de reformular la entidad. La disuelta asamblea será sustituida por dos cámaras: una de representación de las secciones locales de la entidad que hay en muchos municipios catalanes y la otra que elaborará lo que denominan “legislación republicana” y que estará formada por expertos. Estos cambios tendrán que ser validados en una consulta interna y supondrán que ya no se celebren las elecciones de la asamblea que tenían que producirse en octubre. “Tenemos las herramientas, pero las debemos reforzar para hacerlas más eficientes y eficaces en el objetivo que da sentido a nuestra existencia”, argumenta Puigdemont en la carta. Actualmente, la asamblea del Consell de la República está formada por 121 personas que fueron elegidas en 2021. De los 40 escaños reservados para representantes públicos en la asamblea liderada por Puigdemont, solo dos están en la órbita de Esquerra Republicana y un 75% lo están en la de Junts. Por la naturaleza del proceso de elección, cualquier socio de la entidad podía aspirar a tener silla en este organismo, lo que dificulta el control efectivo del ente por parte de Puigdemont. Con los cambios propuestos, los órganos del Consell estarán menos sujetos a las bases, algo que puede ser capital en un momento en el que Carles Puigdemont ha mostrado su intención de priorizar la política institucional, como quedó demostrado en el pacto por la constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados.

En las próximas semanas las negociaciones con el PSOE continuarán para una eventual investidura de Pedro Sánchez, algo que será especialmente complicado para Junts si los sectores más radicalizados de sus bases toman el control del discurso público. En este sector abundan los defensores de mantener una política de “bloqueo” y de no facilitar ninguna investidura si el Gobierno no se compromete a celebrar un referéndum de independencia en Cataluña. En los últimos días, la otra entidad civil que defiende la línea más dura independentista, la Assemblea Nacional Catalana, se ha mostrado muy crítica con los movimientos de Junts y ha alertado de que la negociación de una eventual amnistía para los encausados por el proceso independentista no puede dejar a un lado la celebración de un referéndum secesionista.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_