Familiares denuncian la falta de aire acondicionado en una residencia de ancianos en Barcelona: “¡Estaban a 33 grados!”

No es la primera vez que la residencia de Barcelona Mossèn Vidal i Aunós de Barcelona está en el punto de mira. Al principio de la pandemia fue uno de los centros geriátricos intervenidos por la Generalitat por falta de recursos de la gestora, y hace cuatro años los familiares de los ancianos alojados denunciaron su falta de climatización; una demanda que vuelve a aflorar. Este lunes, la Coordinadora de Familiares de Residencias 5+1 asegura que “en plena ola de calor” el aire acondicionado no funciona y que ayer se llegaron a los 33 grados, lo que “pone en riesgo la salud y la vida de los residentes, muchos con pluripatologías que se pueden agravar con estas temperaturas”. El centro, con capacidad para más de 100 usuarios, está situado en el barrio de La Bordeta y es de titularidad pública pero de gestión privada.

La empresa gestora, L’Onada Serveis, no ha realizado declaraciones sobre el suceso. Se limita a señalar el comunicado que han publicado esta mañana donde señalan que “se está acabando de llevar a cabo la reparación”. En el documento relativizan el problema, lamentan “que se haya hecho un uso desproporcionado de esta información” y desmienten “categóricamente” las informaciones difundidas por los familiares. La compañía asegura que se percataron de la avería el pasado jueves, “después de hacer la ronda de temperaturas”. Aquel día “dieron alerta y trámite formal de la avería” tras comprobar que uno de los aparatos no funcionaba. Según L’Onada, la empresa instaladora debía resolver la situación el viernes pasado, pero “por la peculiaridad de la avería no se pudo reparar hasta el lunes”.

“Onada Serveis en todo momento ha estado trabajando para proteger a las personas vulnerables”, asegura rotundamente la gestora. Indica que pusieron en marcha “el protocolo correspondiente” con acciones como disponer de varios “aparatos de ventilación y refrigeración para reforzar los ya existentes en el centro”; desplazar a los residentes de la cuarta planta (la más calurosa) y todos aquellos alojados con vulnerabilidad, así como “reforzar la pauta de hidratación y seguimiento”.

Fuentes de la Coordinadora argumentan que la empresa “no ha puesto los medios necesarios mientras se hacia la reparación” desde hace cinco días, cuando los familiares comenzaron a quejarse. Este domingo, un pariente a las 20.00 midió la temperatura por su cuenta notificando 33 grados. Por ejemplo, señalan que no se han dispuesto dichos “aparatos portátiles de aire acondicionado que se pueden alquilar” para todas las plantas y que la subdirectora del centro les admitió que “no tenían”. “Los ventiladores no sirven de nada en una ola de calor”, concluyen.

La Coordinadora también apunta a la Generalitat catalana como la otra responsable de esta situación reincidente. “La residencia se cae a pedazos, son instalaciones obsoletas”. Apuntan a una “falta de inversión” en aspectos como la instalación eléctrica, que impide que se conecten ventiladores y sistemas de refrigeración sin que salten los plomos. También destacan el mal estado de las cañerías en el edificio.

La asociación SOS Gent Gran ya llevó en 2019 a la residencia ante el gobierno autonómico por falta de climatización. Otros familiares incluso denunciaron “malos tratos” en 2017. El Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias abrió un expedientes sancionador en 2020, cuando la empresa era Eulen Servicios Sociosanitarios SA. Detectaron diversas irregularidades en la gestión y atención a los usuarios durante la emergencia sanitaria provocada por la covid-19.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal