Esquerra entra ahora y por la puerta de atrás en el gobierno de la Diputación de Barcelona

Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana, dijo insistentemente en campaña electoral que nunca haría presidente a un socialista como presidente de la Diputación de Barcelona. La corporación se constituyó el día 13 de julio y fue técnicamente así porque los republicanos se votaron a sí mismos y no votaron a la socialista Maria Lluïsa Moret. Pero 48 horas después de las elecciones del 23-J, las cosas han cambiado sustancialmente: ERC ha anunciado este martes que entrará en el gobierno de Moret que dirigirá el ente con los comunes, ERC, el PDeCAT y el apoyo externo de Tot per Terrassa. La decisión ha indignado a Junts, que la ha acusado de ocultar información a su electorado.

Los republicanos han justificado su incorporación al gobierno alegando que se trata de uno “diverso y progresista”. “Queremos devolver a la Diputación el espíritu de ser un ayuntamiento de ayuntamientos”, afirman. Tras un delicado ejercicio de equilibrios, la corporación pasará de cuatro a siete vicepresidencias: dos para el PSC (Marta Farrés y Eugènia Gay); dos para ERC (Dionís Guiteras y Eva Baró); una para el PDeCAT para (Marc Castells) y otra para los comunes (Candela López). La séptima de carácter institucional y sin cartera que se concede siempre por reglamento al mayor grupo de la oposición es para Junts (Josep Triado).

El día de la constitución de la Diputación ya circuló la hipótesis de que ERC entraría en el gobierno a los pocos días después de que Moret fuera elegida en segunda vuelta y con el apoyo de Castells, independiente de Junts. En declaraciones en el Parlament, Josep Rius, portavoz de Junts, ha arremetido contra los republicanos. “Ha entrado en el gobierno 48 horas después de las elecciones. Lo tenían cocinado antes de y lo han aplazado para no empeorar sus resultados. Han querido esconder su decisión a su electorados”, ha esgrimido Rius, que ha recordado que ERC finalmente ha pactado con el PSC el gobierno de tres de las cuatro Diputaciones (Barcelona, Tarragona y Lleida) tras haber criticado cuatro años que Junts gobernara con el PSC en la de Barcelona. “Había una alternativa en Tarragona y Lleida y ERC la rechazó”, ha dicho.

El paso dado por ERC ha contribuido a enrarecer aún más las relaciones entre los dos principales partidos independentistas tras las elecciones. Rius ha señalado que la decisión de ERC pone en “duda” su honestidad y su sinceridad cuando habla de formar un frente común para investir a Pedro Sánchez. “Y, además, constatamos que existe una pinza entre ERC y el PSC para destruir a Junts. Seremos coherentes con los votantes y no debemos nada a nadie”. Rius ha deslizado, a preguntas de los periodista, que no le extrañaría que pudieran entrar en el gobierno municipal de Barcelona.

Tras las elecciones municipales, el PSC ofreció a Junts reeditar el gobierno de la Diputación pero el partido de Laura Borràs se negó como respuesta a que los socialistas, con el apoyo inesperado del PP, se hizo con la alcaldía de Barcelona. Paralelamente, ERC se desmarcó de las negociaciones para el gobierno del ente y Junqueras reiteró al menos en dos ocasiones que no entrarían en el gabinete. El 19 de junio, Junqueras dijo: “No votaremos una presidencia socialista en la Diputación de Barcelona. No lo avalaremos. Estamos dispuestos a entendernos con el conjunto del independentismo”. Y el pasado día 6, insistió: “Nosotros no votaremos al PSC. Querríamos construir una mayoría alternativa”. Fuentes de la corporación aseguraron entonces que ERC puso muchas objeciones en alcanzar un gobierno con Junts.

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