El Liceu, el Auditori y el Palau se unen para llevar la música clásica a la playa de Bogatell

Barcelona es el Primavera Sound, el Sónar, el Cruïlla o los grandes conciertos en Montjuïc de Bruce Springsteen y Coldplay. Pero también es música clásica y poder escuchar en la playa la Novena Sinfonía o las Danzas eslavas de Dvořák. El Gran Teatro del Liceo, el Auditori y el Palau de la Música han presentado este martes el programa Clàssica a la platja que ofrecerá dos conciertos los días 20 y 21 de junio (interpretados, respectivamente, por la Orquesta del Liceo y La Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC) y de Cataluña). Esta es la primera vez que las tres grandes instituciones musicales de la ciudad aúnan esfuerzos para impulsar una iniciativa de estas características.

El proyecto prevé instalar un escenario de 20 metros de largo y 16 de ancho, que mirará hacia Sant Adrià, justo delante de las dependencias de la Creu Roja, en la playa de Bogatell. Bajo una bóveda para resguardarse de la lluvia -y también del sol- tocarán los 73 músicos de la Orquesta del Liceo y los más de 80 de la OBC. “Barcelona también es clásica. Y las tres casas se han puesto de acuerdo en hacer conciertos al lado del mar. La gente podrá venir con la toalla, la fiambrera y la silla”, ha afirmado Valentí Oviedo, director general del Liceu durante la presentación acompañado de Joan Oller, director general del Palau; Robert Brufau, director del Auditori; el concejal Xavier Marcé y Elisa Suran, directora general adjunta de la Fundació La Caixa, que colabora en el proyecto.

El Auditori empezó a realizar conciertos al aire libre en 2015, para celebrar el Día Internacional de la Música, y mantuvo la iniciativa hasta 2019. La pandemia cortó de forma abrupta el plan que se ha vuelto a retomar ahora junto al Liceo y el Palau. Marcé ha señalado que los conciertos, con un presupuesto de 300.000 euros, se financiarán también con una parte de la suma recaudada con la tasa turística. La previsión es que unas 10.000 personas acudan a las citas musicales. Junto al escenario, se instalarán dos pantallas gigantes de seis metros de largo. La música se proyectará hasta 200 metros gracias a réplicas de tomas de sonido. El concierto será retransmitido por BTB.

Brufau ha celebrado la la iniciativa y ha subrayado que es la consecuencia lógica de una “aventura compartida”. “Es una foto irrepetible: Barcelona es también música clásica sin renunciar su ADN mediterráneo. Es un escaparate y una forma de celebrar el verano”, ha remachado señalando que el proyecto nace con el objetivo de tener continuidad. La casualidad ha querido que Dvořák tenga un protagonismo en los dos conciertos: la Orquesta del Liceu interpretará la Sinfonía del Nuevo Mundo y El Bolero, de Ravel y el día 21 la OCBE recurrirá de nuevo a Dvořák y sus danzas eslavas además de El Moldava (Smetana), Capricho español (Rimsky-Korsakov), L’Arlesiana (Bizet) y Sardana Lliure (Tolrà). Las dos orquestas estarán dirigidas por sus titulares: Josep Pons y Ludovic Morlot (Auditori).

El Palau contribuirá a la jornada pensando en todas las personas que no puedan acudir esos dos días a la playa. Por ello, los coros del Palau han organizado tres conciertos en residencias de ancianos y en el hospital del Mar con un programa de música sudamericana que incluirá los célebres tangos de Piazzolla. “Tenemos la voluntad de llegar a la gente que no puede ir a la playa”, ha explicado Joan Oller, del Palau. El Cor Petits actuará en la Residencia Almogàvars; el Cor Mitjans en la residencia Amavir Diagonal y el Cor de Cambra en el citado hospital.

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