La izquierda catalana busca atraer a los sindicatos al respaldar sus reivindicaciones salariales

Todavía con la resaca del concierto de Bruce Springsteen en Barcelona la noche previa, este lunes la principal manifestación por el Día del Trabajador, la que organizaban CC OO y UGT a lo largo de Via Laietana, ha llegado a su destino al ritmo de “Born to run”. El ambiente festivo ha dominado la marcha de los dos principales sindicatos en Cataluña, que han aprovechado para sacar pecho de las mejoras sociales, económicas y laborales conseguidas en los últimos tiempos gracias a los grandes pactos entre las centrales y las patronales o las administraciones: la reforma laboral, las subidas del salario mínimo interprofesional o las medidas incluidas en los Presupuestos de la Generalitat, entre otras. Estos logros no han hecho olvidar las reivindicaciones, y los grandes sindicatos han amenazado con movilizaciones si no se atiende a su reclamación de aumentar salarios para combatir la inflación, una petición de la que se han hecho eco los partidos políticos de izquierdas, que ante la proximidad de las elecciones municipales, han tratado de hacerse un hueco en las distintas celebraciones del 1 de Mayo.

La manifestación de CC OO y UGT ha congregado a 2.000 personas según el Ayuntamiento de Barcelona (5.000, según la manifestación), mientras que las marchas organizadas por USOC y CGT han reunido a 150 personas cada una, según las cifras oficiales. Las dimensiones reducidas de las marchas no le han restado contundencia al mensaje de las organizaciones, que era triple: ha habido un avance en los derechos laborales en los últimos tiempos, queda camino por recorrer a causa del impacto de la inflación, y, como aviso a navegantes, una victoria de la derecha en el ciclo electoral que ahora se abre puede revertir las mejoras conseguidas. “Estamos a las puertas de un ciclo electoral, tenemos que llenar las calles y las urnas de movilización. Que gane una mayoría progresista que defienda las mejoras conseguidas y los servicios públicos, llenad las urnas”, ha dicho el secretario general de CC OO en Cataluña, Javier Pacheco, en los parlamentos al término de la marcha.

Este 1 de Mayo ha tenido un aire muy electoralista, y desde el primer momento los partidos han buscado un lugar en las manifestaciones para recabar el apoyo de los sindicatos y los trabajadores. También el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien en un mensaje institucional ha pedido un “acuerdo de rentas” para hacer frente al aumento del coste de la vida: “Crear puestos de trabajo para todos y en todas partes es un objetivo de país y tiene que ir acompañado de una ineludible lucha contra las desigualdades”, ha dicho el president, en plena sintonía con la reivindicación sindical. Por su parte, los candidatos a la alcaldía de Barcelona Ada Colau y Jaume Collboni han acudido en los primeros compases de la manifestación de CC OO y UGT, y ambos han coincidido en señalar al candidato de Junts, Xavier Trias, como posible amenaza a los pactos progresistas —”Junts ha votado en contra de la regulación de los alquileres”, ha recordado Colau—. Colau ha mostrado su apoyo en la reivindicación salarial, y Collboni (acompañado por el líder de la oposición en el Parlament, Salvador Illa, y por el Ministro de Cultura, Miquel Iceta) ha prometido que si gana hará que la Guàrdia Urbana dé apoyo a la Inspección de Trabajo, cosa que, ha señalado después el Govern, ya hace desde hace tiempo en algunos casos.

Mientras a la manifestación principal han acudido representantes de Esquerra Republicana como el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, el alcaldable Ernest Maragall ha participado en un acto de homenaje al laboralista Francesc Layret, desde el que ha reclamado para los ciudadanos de Barcelona un salario mínimo de 1.500 euros. Por la tarde, la candidata de la CUP Basha Changue ha acudido a la manifestación que la Taula Sindical de Catalunya ha hecho en el barrio del Raval, y por su parte, los candidatos de Ciudadanos (Anna Grau) y PP (Daniel Sirera) han cargado, respectivamente, contra la “falta de representatividad” de los sindicatos mayoritarios y contra el impacto que el proceso independentista ha tenido sobre el empleo.

Los sindicatos mayoritarios en Cataluña pasan por un buen momento, solo empañado este fin de semana por los problemas en los exámenes de oposiciones de los interinos. Las centrales han logrado pactos importantes con el Gobierno, pero también con la Generalitat, con la que negociaron más activamente que nunca los últimos Presupuestos, conjuntamente con las patronales. El broche de oro sería lograr un pacto para el Acuerdo Interprofesional de Cataluña, caducado desde 2020, del que patronales y sindicatos están negociando los últimos flecos. En la manifestación principal, el secretario general de UGT, Camil Ros, ha expuesto con orgullo el papel sindical en las negociaciones: “Si este 1 de Mayo podemos decir que el sindicalismo es útil, es porque nos hemos movilizado cada año y cada día. Estamos en un momento político y social donde la gente se plantea el todo o la nada. Nosotros escogemos el camino gradual hacia el todo, y la gente tiene ahora mejores condiciones que el año pasado”.

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