Ponsatí deja en el aire si comparecerá este lunes ante el Tribunal Supremo: “Mañana trabajaré”

La exconsejera y eurodiputada Clara Ponsatí ha firmado libros este domingo en la jornada de Sant Jordi, en Barcelona, y no ha desvelado si se presentará la mañana del lunes en la sede del Tribunal Supremo para comparecer ante Pablo Llarena, el magistrado instructor del procés. El juez la citó el 24 de abril para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia cometido durante el referéndum del 1 de octubre.

“Mañana trabajaré, que es lunes”, ha declarado la tarde de este domingo en Barcelona, a menos de 24 horas de su cita en Madrid. Ponsatí estaba firmando su libro Molts i ningu en una caseta en el centro de la ciudad. La consejera ha concluido su breve intervención con un “viva Cataluña libre”, y ha sido aplaudida por varios de sus afines en el puesto de la librería Ona. En un acto celebrado a mediodía en la sede de la Oficina europarlamentaria de Junts, Ponsatí ya dejó en el aire si estará este lunes en la capital: “Un día u otro iremos a Madrid, no lo sé, vete a saber… Las capitales europeas siempre son interesantes”.

Llarena citó el 28 de marzo a Ponsatí para que acudiera ante el Alto Tribunal este lunes 24 de abril. La citación se produjo el día en que ella apareció inesperadamente y por primera vez en Barcelona tras su huida a Bélgica. Los mossos detuvieron entonces a la política, que permaneció cinco horas en las dependencias de la Ciutat de la Justicia, donde se concentraron unas 300 personas reclamando su liberación.

Durante sus declaraciones, Ponsatí esgrimió su condición de eurodiputada y retó al Supremo a detenerla, convencida de que está protegida por la inmunidad en razón de su cargo. “Si me detiene, tendrá que atenerse a las consecuencias”, afirmó. Llarena, por su parte, detalló en un auto que, de no presentarse, “conllevará la modificación de su situación personal y su conducción ante este tribunal por la fuerza pública”. El Supremo puede requerir que la policía la busque en su domicilio para llevarla ante el juez, pero si está fuera de España, tendría que expedir una euroorden.

Ponsatí se fugó de España después de la declaración unilateral de independencia de octubre de 2017, cuando era consejera del Gobierno catalán presidido por Carles Puigdemont. Ahora solo se enfrenta a penas de inhabilitación para ejercer cargos públicos. El delito de sedición que acarrea sanciones de prisión fue derogado en la reforma del Código Penal pactada por el Gobierno y ERC en diciembre.

Un día después de su arresto en Barcelona, el Parlamento Europeo activó el procedimiento ordinario para averiguar si se vulneró su inmunidad como europarlamentaria.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal