Ivo van Hove, Papaioannou, Sergi Belbel o Carlota Subirós en un Grec coral

Una silueta humana moldeable, como de goma, llena los distintos carteles de la 47ª edición del Grec (del 29 de junio al 31 de julio), que se ha presentado este jueves en el Teatre Grec de Barcelona. La figura, diseñada por Realmente Bravo, representa el movimiento, la danza, el circo, el baile... disciplinas colectivas que tendrán un protagonismo especial en el festival, que parte de la idea de coralidad. Con 3,3 millones de euros de presupuesto (similar al de las ediciones anteriores a la pandemia), predomina el teatro, con 32 obras, seguido de la música (15), la escena híbrida (14), la danza (13), el circo (12, el doble de espectáculos que en años anteriores) y el cine (2). La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha destacado la presencia importante de mujeres, que firman el 55% de las autorías o las direcciones de los 88 espectáculos que se representaran. “Se dice rápido, esto de la programación paritaria, pero... no se consigue por generación espontánea”, ha comentado Colau.

El director del festival, Francesc Casadesús, ha adelantado la programación, empezando por la doble inauguración de este año, con dos espectáculos de circo: el día 29, el anfteatro de la falda de Montjuïc acogerá The Pulse, de Gravity & Other Myths con el Cor de Noies de l’Orfeó Català, un espectáculo con 30 acróbatas australianos en el escenario; el 2 de julio será el turno para la inauguración del Grec Ciutat, en pleno centro de Barcelona, con Les traceurs, propuesta dirigida por Rachid Ouramdane en la que el funambulista Nathan Paulin cruzará el paseo de Gràcia por un cable de acero elevado. Será, también, la celebración de los 200 años de la señorial vía barcelonesa.

El Teatre Lliure de Montjuïc acogerá la programación más internacional. Ivo van Hove, director del Internationaal Theater Amsterdam, vuelve al Grec con Who killed my father, adaptación de un texto de Édouard Louis interpretado por Hans Kesting (“el Arquillué holandés”, ha bromeado Casadesús). Destaca también el estreno mundial de la coreógrafa alemana Sasha Waltz con la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu en el Teatre Grec a partir de la Séptima sinfonía de Beethoven (con un preludio de música electrónica). El veterano director y dramaturgo estadounidense Robert Wilson ofrecerá la producción de Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma, una versión muy particular del famoso Mori el Merma, a partir de Ubu roi, de Alfred Jarry, con un marcado acento mironiano y antifranquista. Dimitris Papaioannou se desquitará de su ultima presencia en el Grec (en plena pandemia...), con su gira mundial de su personal y visual espectáculo Ink.

Casadesús ha subrayado la apuesta por artistas emergentes de fuera, poniendo como ejemplo a una sugerencia del desaparecido Peter Brook en su último paso por el Grec: “Cuando le preguntamos a quién le gustaría ver aquí no lo dudó: su discípulo Alexander Zeldin. Pues este año estrena aquí The Confessions”. En el Mercat de les Flors las apuesta serán Vessel, del coreógrafo belga Damien Jalet y el artista visual japonés Kohei Nawa, o Firmamento, de La Veronal.

La vida es sueño de Calderón de la Barca, coproducida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y la británica Cheek by Jowl, dirigida por Declan Donnellan y Nick Ormerod, abrirán la veda al teatro en el anfiteatro del Grec (”una insistencia de Lluís Homar, claro”, ha revelado el director del Grec). También allí podremos ver la adaptación que ha hecho Carlota Subirós de La plaça del Diamant, de Mercè Rodoreda, en la que múltiples voces femeninas crearán el personaje de Colometa. Jordi Prat i Coll cerrará la programación teatral en el anfiteatro con Per Evita. Una astracanada musical, una ampliación de su irónica Requiem for Evita que pudimos ver en 2018 en Temporada Alta, en la Planeta. “Admiraremos a Eva Perón, a Núria Feliu y a Raffaella Carrà... juntas. ¡Cosas de Prat i Coll!”, ha bromeado Casadesús.

El Espai Lliure escarba en temas de actualidad, “un compromiso que tiene el festival, una suma de complicidades”, desde la obra de Carolina Bianchi sobre feminicidios (se estrenará en el festival de Aviñón), o Riding on a cloud, de Rabih Mroué, sobre el conflicto del Líbano, a Altsasu, de María Goiricelaya. Fuera del espacio de Montjuïc, Sergi Belbel estrena en el Teatre Romea, Lali Symon, escrita y dirigida por él mismo; Marta Buchaca vuelve, al Goya, con Quant temps em queda?, que ya estuvo el año pasado; Eu Manzanares estará todo el mes en la Beckett con Nessun dorma; la compañía de teatro documental La Conquestal del Pol Sud trae Guardianes del corazón de la Tierra, y Michela Murgia, Instruccions per fer-se feixista, las dos últimas, en La Villarroel. Las salas alternatives, “on el teatre batega”, también tendrán su hueco...

En su diversificación espacial, el Grec contará con espacios singulares que acogerán propuestas no menos singulares. De la Modelo ha surgido Jo, travesti, escrita por Josep Maria Miró y representada por Roberto G. Alonso en la antigua cárcel. El curioso Dipòsit del Rei Martí, en Sarrià, el Hospital de Sant Pau, el bar de la Muriel son otros de los espacios singulares.

El circo dobla

El circo prácticamente duplica su presencia en el Grec. Además de la doble inauguración, podremos ver L’absolu, del francés Boris Gibé y la Cie Les Choses de Rien, espectáculo con el que llevan años de gira pero que todavía no ha pasado por España. El Circus Ronaldo (premio Ciutat de Barcelona) traerá Sono lo?, un diálogo entre distintas generaciones. También estará en Barcelona uno de los máximos exponentes del circo francés, Yoann Bourgeois, con Celui qui tombe. Se sumarán a la fiesta circense dos galas del proyecto europeo Circusnext, con los mejores números de circo actual del continente. Y el cartel de circo catalán lo llenan Moon Ribas con Quim Girón (Ramat simfònic), dins de la Xirgu en Família; la Cia Clara Poch (Lady Panda) y Escarlata Circus (La grUtesca) en el Mercat; Joan Català (Idiòfona) en la Fundació Joan Miró; Maria Palma (La veu submergida), en la Fundació Joan Brossa, y Leandro Mendoza (Vetus venustes) en el SAT!

La música, como siempre, traerá a nombres importantes, algunos ya tradicionales (Aílvia Pérez Cruz o Mayte Martín) y otros que, aunque no lo parezca, aún no habían venido al Grec, como Joan Dausà.

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