El PSC anuncia que no acudirá a la reunión de Aragonès sobre el referéndum

El PSC rechaza frontalmente cualquier referéndum de autodeterminación en Cataluña y no piensa asistir a las reuniones que convoque el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para buscar un consenso sobre el llamado “acuerdo de claridad”, su proyecto para intentar pactar con el Gobierno central las reglas de una hipotética votación sobre la independencia. Salvador Illa, primer secretario de los socialistas catalanes y líder de la oposición, ha insistido este jueves en que “nunca habrá un referéndum de autodeterminación en Cataluña apoyado por los socialistas catalanes”, y ha aclarado, además, que su partido no tiene “comprometida su asistencia” a ese foro de partidos que quiere organizar Aragonès ya que el PSC siempre se han opuesto a propuestas que vayan “en la línea de dividir a los catalanes”. Horas antes, sin embargo, la portavoz parlamentaria del partido, Alícia Romero, había sugerido que los socialistas sí participarían en esa mesa porque suelen acudir, dijo, a las convocatorias del president; aunque también Romero había calificado de “vía muerta” la propuesta de un referéndum.

En unas declaraciones tras la toma de posesión de Carlos Prieto, nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Illa ha afirmado que los socialistas están centrados en resolver los problemas concretos de la ciudadanía, y ha citado en primer lugar la sequía que sufre la región y en segundo lugar la situación de interinidad que vive el Parlament por la resistencia de Laura Borràs a abandonar su cargo pese a su condena por corrupción.

“Esas son las prioridades y en eso hay que centrar los esfuerzos. No en propuestas confusas que pretenden ahondar en la división de los catalanes. A esto nosotros no nos vamos a apuntar. Nunca habrá un referéndum de autodeterminación en Cataluña apoyado por los socialistas catalanes”, ha afirmado el líder del PSC, abogando por “unir” a los catalanes en lugar de “dividirlos”. En ese mismo sentido se había expresado el miércoles el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al desmarcarse de planes que, a su parecer, “no son el futuro” sino que “vuelven al peor pasado de la Cataluña reciente, de la división, del conflicto, de tensionar a la sociedad”.

Con su matización, Illa ha corregido a su portavoz en el Parlament, Alicía Romero, que esta mañana, pese a subrayar su oposición al referéndum, había dado a entender que los socialistas sí acudirían a la reunión de partidos convocada por Aragonès. “Cuando nos convoca el president, acostumbramos a ir. Somos un partido institucional y de responsabilidad y, cuando nos convoca, vamos”, había dicho la diputada en La 2. Romero, en todo caso, había insistido en que el referéndum está fuera del marco constitucional y es divisivo: “La propuesta es extemporánea”, ha dicho.

Aragonès esbozó el pasado martes en el Palau de la Generalitat el proceso participativo con el que espera dar forma al llamado “acuerdo de claridad”, es decir, las reglas y condiciones que habría que negociar con el Gobierno central para celebrar un hipotético referéndum acordado sobre la independencia. ERC ya ha hecho un primer borrador, pero el president quiere que un grupo de expertos haga un informe, que este se debata con partidos, entidades y ciudadanos elegidos por sorteo, y que después la misma comisión de sabios dé forma a la propuesta que se llevaría a la mesa de diálogo. Junts y la CUP ven electoralismo en este movimiento. La Moncloa, y también el Parlament, se oponen a la iniciativa.

Desde el principio del mandato, Illa ha reclamado sin éxito al Govern que reúna una mesa de partidos catalanes que desencalle el debate soberanista y acuerde de forma una propuesta para elevarla al Gobierno central y poder votarla luego en una consulta, pero siempre dentro del ordenamiento constitucional. El procedimiento que seguiría, por ejemplo, una reforma del Estatut. “Se comprometió hace dos años a convocarla en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez”, ha insistido el líder de la oposición. Fuentes del PSC subrayan que la mesa que propone ahora Aragonès en absoluto sustituye a la que han reclamado estos dos últimos años los socialistas.

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