ERC apuesta por el árbitro que se querelló contra Negreira para su lista de las municipales en Lleida

Las bases de Esquerra Republicana en Lleida decidirán en los próximos días si el árbitro del VAR, Xavier Estrada, figurará en las listas de la formación para las elecciones municipales del próximo mes de mayo. La portavoz del partido, Marta Vilalta, ha confirmado este martes la predisposición del colegiado para ocupar el quinto lugar en la lista y ha puesto en valor su vinculación con el deporte de base y “la integridad de las instituciones”. La posibilidad del fichaje electoral se solapa con el caso Negreira, que investiga los pagos irregulares del club a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de los Árbitros. Estrada fue quien inició las acciones legales contra él.

Vilalta ha querido separar el posible aterrizaje del árbitro en la lista electoral de ERC, que ha adelantado El Segre, del caso Negreira. La también portavoz parlamentaria ha insistido en que llevaban meses negociando la posible vinculación. Estrada, ha asegurado la republicana, es un referente en el ámbito deportivo de Lleida y ha desmarcado la relación entre la candidatura y la decisión de la Fiscalía de investigar al Barcelona.

Respecto a la querella que en su día presentó contra Negreira, Vilalta la entiende como una muestra más de su compromiso con la limpieza en el deporte y las instituciones. La decisión final sobre su incorporación en la lista, sin embargo, depende directamente de lo que decidan las filas republicanas, pendientes de dar su visto bueno a la configuración final de la lista. El árbitro iría en la quinta posición. ERC, que ostenta la alcaldía con Miquel Pueyo a la cabeza, obtuvo siete concejales de 27 en las pasadas elecciones municipales. Los socialistas obtuvieron el mismo resultado pero quedaron segundos al obtener 81 votos menos.

Estrada, el pasado mes de febrero, presentó una querella contra Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, por un presunto delito de corrupción y fraude deportivo. Según el escrito, dada su condición de directivo del colegio arbitral, el alto cargo técnico “tenía o podía tener” influencia sobre las decisiones arbitrales.

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