Aragonès dice que el pacto con el PSC no impide seguir trabajando por la autodeterminación

El jefe del Govern, Pere Aragonès, ha defendido este jueves el acuerdo con el PSC para cerrar los Presupuestos de la Generalitat y cree que ese pacto no limita la capacidad del Ejecutivo que preside para trabajar por la independencia. El republicano ha insistido en que, pese a las negativas de Junts y la CUP, la mayoría del 52% de voto secesionista no se ha “diluido” y aún puede sacar adelante iniciativas. Aragonès ha reconocido, antes de que el Consell Executiu extraordinario que apruebe las cuentas, que existen puntos de vista distintos a los de Salvador Illa sobre el futuro del aeropuerto de El Prat, pero que la base sobre la que se construirá la nueva propuesta es que la infraestructura mejore sus conexiones internacionales.

“El hecho de apoyar unos Presupuestos [con el PSC] no significa que ese 52% se diluya. Estamos dispuestos a realizar todas las iniciativas para que Cataluña pueda volver a decidir su futuro”, ha dicho Aragonès en una comparecencia extraordinaria en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat. El republicano ha aprovechado para recordar que ya ha puesto sobre la mesa su propuesta de hoja de ruta para pactar las condiciones del referéndum —el llamado acuerdo de claridad, que solo apoyan los comunes— y ha instado a otras formaciones secesionistas a que hagan su propuesta.

Aragonès ha intentado quitarle hierro al hecho de que la entente por las cuentas con el PSC sea el mayor pacto transversal en el Parlament desde que comenzó el procés, aunque se ha mostrado dispuesto a seguir trabajando “grandes consensos”. “No importa el impacto en el Govern, lo importante es que sirven para ayudar a la ciudadanía”, ha afirmado. De ahí que hiciera un llamamiento a otras formaciones para apoyarlo, especialmente a Junts per Catalunya. Varias primeras espadas de los exsocios han salido a calificar el acuerdo presupuestario como la vuelta del “tripartito”, la coalición que encabezaron en Cataluña Pasqual Maragall y José Montilla. El president le ha afeado a Junts que si pueda pactar las cuentas con el PSC en la Diputación de Barcelona —donde comparten Ejecutivo provincial— y no lo hagan en el Govern.

Por su parte, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha negado este jueves que en Cataluña haya un tripartito: “Los tiempos son distintos”. En una entrevista de TV3, el líder socialista ha asegurado que quieren ser alternativa al Ejecutivo, lo que “no riñe con la mano tendida y los acuerdos” en un momento complejo para Cataluña, según él. Sobre la propuesta de un referéndum acordado de ERC, Illa ha afirmado que no se convocará: “No pasará”, y ha negado que se haya abordado dicha propuesta durante la negociación de los Presupuestos.

Respecto al contenido del acuerdo, que será llevado esta tarde al Parlament para comenzar su trámite, Aragonès ha querido remarcar que se han hecho cesiones en favor del pacto. Pese a ello, los republicanos siguen criticando modelos como el de la autovía orbital de Barcelona (B-40) o la de una ampliación de El Prat que no siga criterios de cuidado de zonas naturales protegidas. El president ha aceptado que las visiones diferentes sobre esa última infraestructura se han conjugado en el documento con la expresión “modernización” —el PSC renunció a que fuera “ampliación”— y que el punto de partida de la comisión especial que decidirá el futuro del aeródromo es la necesidad de que El Prat aumente el número de conexiones internacionales.

La ampliación del aeropuerto ha estado en los últimos meses entre las prioridades del debate político en Cataluña. En un lado, el Gobierno central, Aena, los empresarios catalanes y partidos como el PSC, Junts o el PP, han defendido la ampliación para garantizar que el crecimiento del tráfico se puede acomodar en las instalaciones. En el otro, los ecologistas, alcaldes de la zona, comenzando por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, los comunes y Esquerra han rechazado con mayor o menor ahínco esta ampliación.

ERC nunca había rechazado totalmente la opción del crecimiento del aeropuerto, aunque sí se ha negado a que esto implique la destrucción del espacio protegido de La Ricarda, situado en la cabecera de la pista que ahora se quiere prolongar en 500 metros para garantizar las operaciones de aviones que recorren grandes distancias y de mayor capacidad. Ante tales discrepancias, Aena y el Gobierno central optaron en septiembre de 2021 por aparcar el proyecto, que implicaba una inversión de 1.700 millones. Además de la ampliación de la pista, se pretendía construir una nueva terminal. El proyecto se comenzará ahora desde cero.

Las cuentas, que previsiblemente entren en vigor en marzo, contarán con los 33 votos de ERC, los 33 del PSC y los 8 de los comunes. Eso supera con creces la mayoría absoluta de la Cámara catalana, que cuenta con 135 escaños. Junts y el resto de partidos de la oposición tienen 10 días de plazo para decidir si presentan enmiendas a la totalidad.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal