Aragonès dice que el Gobierno trata a los catalanes como “menores de edad” al impedir el referéndum
El ‘president’ asume en el Congreso de ERC la responsabilidad de las contradicciones en pos de facilitar el pacto presupuestario
Esquerra Republicana se aferra a la mesa de diálogo con el Gobierno y su coordinador nacional, Pere Aragonès, ha asegurado este sábado que la próxima meta volante de ese foro bilateral es fijar “el cómo y cuándo” del referéndum de autodeterminación. En su intervención durante la segunda parte del Congreso Nacional de la formación, en la Fira de Lleida, ha asegurado que el Gobierno central no puede tratar a la ciudadanía catalana “como menores de edad” y ha recordado su propuesta de acuerdo de claridad para establecer las condiciones de esa votación que Pedro Sánchez rechaza de plano. El también jefe del Govern se ha referido brevemente a la negociación sobre los Presupuestos de la Generalitat y ha sacado pecho de “la madurez” de los republicanos en asumir contradicciones de cara a lograr tener cuentas, en referencia al cambio de posición sobre la autovía orbital de Barcelona, la B-40.
“Hemos de decidir entre todos un acuerdo sobre cuándo y cómo votar”, ha asegurado Aragonès, en una intervención que ha terminado con una gran ovación y gritos de “¡President, president!”. “El Estado español no nos puede tratar permanentemente como menores de edad”, ha añadido el líder republicano. La ponencia que se vota este sábado incluye su propuesta de acuerdo de claridad, la hoja de ruta para realizar el referéndum que ERC quiere pactar con otros actores incluso más allá del independentismo y que Aragonès quiere llevar a la mesa de diálogo. Ese documento, inspirado en los antecedentes de Quebec, Escocia y Montenegro, defiende que el Gobierno tenga que negociar los términos de la independencia si el 55% de los catalanes la apoya en una consulta pactada, que tenga más del 50% de participación.
El Gobierno central siempre ha negado la posibilidad de que se celebre ese referéndum pactado y en Cataluña solo los comunes acompañan a los republicanos en la defensa del acuerdo de claridad. Con todo, Aragonès ve esa posibilidad como la manera más lógica “de dar forma al consenso” alrededor de la autodeterminación y ha insistido en que solo esa votación puede poner fin al conflicto político. Según el CEO de la primavera pasada, el CIS catalán, el 80% de la población de Cataluña está a favor del referéndum.
El texto que se votará en la tarde no establece ningún tipo de calendario para el referéndum y reafirma la vía del diálogo, aparcando la unilateralidad que se había defendido hasta 2017. Eso sí, sin “renunciar a ningún instrumento democrático” para lograr la secesión. El documento base va incluso más allá y plantea la búsqueda del pacto para la votación como un “catalizado para ampliar las complicidades” con otros territorios del Estado y que la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares puedan también “decidir su estatus político en las urnas”.
Desde Ginebra, donde está huida de la justicia española, la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, ha abogado por recoser la unidad independentista si se quiere lograr la república catalana. Para ello ve indispensable la creación de “espacios de debate honestos, desde la libertad de cada organización”, sin ningún tipo de “apriorismos ni tutelas externas”. Rovira ha criticado también que las últimas grandes manifestaciones pro secesión, como la Diada, “no han tenido espíritu abierto ni vocación de suma”. “No podemos recular dividiendo”, ha añadido.
Críticas por los Presupuestos
El fantasma del pacto presupuestario ha sobrevolado la máxima cita de la formación que preside Oriol Junqueras. El pasado jueves, los republicanos aceptaron votar una moción del PSC en que se aceptaba la construcción de un tramo de la B-40, una autovía orbital de Barcelona, algo a lo que se oponían frontalmente. Se trata de un gesto para que los socialistas finalmente se avengan a votar las cuentas. El rechazo a esa infraestructura es tal que en el texto de la ponencia se le califica de “proyecto anacrónico”. Tanto Aragonès como la portavoz del partido, Marta Vilalta, han aceptado la contradicción y han agradecido a la militancia “la madurez” de asumir ese giro en pos, han dicho, del bien mayor que implica tener unas nuevas cuentas.
“Cabeza bien alta siempre, y esta semana también, porque las decisiones complejas son para los valientes”, ha dicho Vilalta, que ha precedido al president en el turno de palabra en el Congreso. “Esta semana hemos dado una lección de generosidad, responsabilidad y de cómo entendemos la política la gente de ERC”, ha añadido en medio de un gran aplauso de los más de 1.400 afiliados que se han desplazado a Lleida.
La también adjunta a la secretaría general de los republicanos ha cargado de manera velada contra el PSC y Junts: “Algunos, y lo vemos demasiado a menudo, ven la política como un todo o nada, un chantaje permanente, un todo se vale maquiavélico, una crítica constante carente de propuesta. ¿Os suena,no? Algunos creen que negociar es rendirse o que construir consensos es renunciar”, ha dicho. Rovira ha sido incluso más dura: “Algunos están jugando a desgastar, a desgastar al president Aragonès. Los Presupuestos no son del PSC o de ERC, son de la gente. Creen que hemos venido a gobernar como otros los han hecho por mucho tiempo”, ha dicho.
La sesión de este sábado es la segunda parte del Congreso, que comenzó en noviembre pasado, cuando Oriol Junqueras y Marta Rovira resultaron reelegidos por cuarta vez consecutiva como presidente y secretaria general, respectivamente. La nueva hoja de ruta de la formación se vota en un momento clave para ERC, pues la cúpula somete a la militancia los frutos de su estrategia negociadora tanto en Madrid como en el Parlament.
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