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Daniel Sirera, candidato del PP a la alcaldía de Barcelona: “Nunca he visto la ciudad tan degradada”

El candidato popular se presenta garantizando que no hará alcaldesa a Colau ni a un cabeza de lista independentista

El candidato del PP al Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, durante la rueda de prensa, este miércoles.
El candidato del PP al Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, durante la rueda de prensa, este miércoles.Alejandro García (EFE)
Àngels Piñol

Arropado por el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, y el de Barcelona, Manu Reyes, Dani Sirera, exconcejal, exdiputado y expresidente del partido, ha vuelto 15 años después a plantarse ante un atril en la sede de la formación para presentar su candidatura a la alcaldía. Designado el lunes por el comité electoral, Sirera ha aceptado el reto de ser la cara del PP en las municipales en Barcelona, en sustitución de Josep Bou y de abandonar su cargo de jefe de gabinete del líder del PP de Valencia, Carlos Mazón. “Para alguien que le gusta la política no hay nada más bonito que ser alcalde de tu pueblo”, dice. Y remacha: “Nunca he visto a Barcelona tan mal y degradada”.

Con más de 37 años de militancia en el partido, Sirera se propone impulsar un proyecto para que Barcelona, ha dicho, “vuelva a ser Barcelona”. “Quiero que vuelva a ser moderna, segura, acogedora, cosmopolita y ahora es insegura, sucia y con grandes problemas de movilidad. Ha dejado de ser referente”. A su juicio, la ciudad ha ido perdiendo todas sus cualidades porque los comunes y los independentistas la han instrumentalizado, por un lado, como un “laboratorio de ideas de la izquierdas” o porque la han puesto al servicio de la causa del procés. “No he aceptado el reto para confundirme de paisaje y ponerme de perfil. Ni para hacer campaña al servicio del PP o de Feijóo sino de la gente”, ha sintetizado.

El PP ha estado varios meses debatiendo el nombre de quién podía ser el cabeza de lista de Barcelona después de que Josep Bou, independiente, renunciara a la reelección tras ser consciente de que no tenía el apoyo del partido tras la marcha de Pablo Casado. La formación estudió la posibilidad de nombrar desde la eurodiputada Dolors Montserrat, a la diputada Lorena Roldan hasta el propio Sirera, de quien se dijo que se resistía a dar el paso por sentirse muy cómodo en Valencia. “No sé por qué me han elegido a mí, pero no me lo pensé. No me quería ir de Valencia sin dejar las cosas orientadas y preparadas para las elecciones. Pero el trabajo ya está hecho y puedo volver donde residen mis hijos y mi madre”, ha dicho para justificar la tardanza en el nombramiento. “Y no es malo que hayan salido tantos nombres. Quiere decir que el PP tiene banquillo”.

Fernández ha subrayado la “unanimidad” del partido por apostar por Sirera. “Y eso pasa porque tiene la autoritas y eso genera unidad y consenso”, ha afirmado el presidente del partido. Y ha añadido que el alcaldable es la única garantía de cambio si es decisivo. “Si tiene la llave, ni Colau ni ningún candidato separatista será alcaldable”, ha afirmado. “Va a construir una alternativa ilusionante”. Sirera ha añadido que el socialista Jaume Collbini forma parte también del problema. “No puede decir que esto no va con él”, ha insistido. Y ha afirmado que tiene buena relación con Xavier Trias, pero que ya no es el mismo de antes por su compromiso con la independencia. Con el objetivo de que el PP vuelva a ser la casa común del constitucionalismo, Sirera ha hecho un llamamiento a los votantes de Ciudadanos o Vox para que voten al PP y ha dicho que aceptaría para ser alcalde los votos de cualquier partido de “buen grado”. “¿También los de Vox?”, se le ha preguntado. “Yo pido a los votantes de Vox que me voten”, ha dicho con una evasiva.

Hijo de un guardia urbano de Barcelona que iba a vender libros en el mercado de Sant Antoni y nieto de una taquillera de metro, Sirera ha recordado sus orígenes para negar que esté representando a las élites y ha apuntado que su campaña será previsible y muy de la calle. “También era imposible llegar a la Luna y el hombre llegó. No hay ninguna maldición bíblica que impida al PP acceder a la alcaldía de Barcelona”, dijo. Anoche llegó de Valencia en su coche -vivía en esa ciudad desde hacía un año, aunque regresaba los fines de semana para ver sus hijos- y esta mañana ha acudido a visitar a unos vecinos de El Raval que viven en pisos de protección oficial y que llevan un mes sin calefacción y agua caliente. “Le pido a Ada Colau que tenga humanidad”, ha afirmado en su primer acto como alcaldable.


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