El Govern monocolor propulsa los ingresos de ERC a máximos históricos

El 2022 pasará a la historia como el año que probó la madurez de Esquerra Republicana. Y no solo por emanciparse de Junts en la Generalitat. El alcanzar las más altas cuotas de poder en su historia también impacta en sus arcas. Técnicamente es voluntario, pero el partido pide a todos los altos cargos donar una parte del sueldo. Aunque ERC no ofrece un cálculo es posible hacerse una idea del incremento: en 2021, con solo medio Govern (180 de las 360 plazas, entre eventuales y responsables políticos), los republicanos ingresaron 1,07 millones de euros (contando todas las Administraciones). Un director general, que devenga 90.008 euros anuales, tiene que dar 790 euros mensuales. Y hay bonificaciones.

Todos los partidos maniobran para recibir esas contribuciones. Según los datos de ERC, el partido cuenta con 3.500 cargos públicos, la mayoría a nivel municipal y usualmente sin dedicación exclusiva o con retribuciones bajas. Los más afectados por el régimen de ayudas son los asesores o responsables políticos con sueldos mayores a 35.000 euros anuales brutos. Si la dedicación es exclusiva, se aplica una contribución del 10.5%. Si los ingresos son de hasta 15.000 euros, se aplica un tipo del 2,5%. El sueldo medio de un cargo eventual (jefe de gabinete, por ejemplo) es de unos 68.000 euros.

Esas obligaciones y las excepciones (tener a cargo adultos mayores o hijos de hasta 25 años tienen una reducción, por ejemplo, de 2.500 euros por cada persona) están recogidas en la llamada Carta Financiera. Según ese texto, “todos los cargos públicos de ERC, elegidos o designados” a instancias de un órgano del partido o para ocupar una plaza en una institución del sector público “harán aportaciones o donaciones”, justo desde “el momento de su nombramiento”. En la base para el cálculo, eso sí, no se tienen en cuenta las dietas que no tributan ante Hacienda. Si se bonifican las de desplazamiento.

Las tres consejerías lideradas por independientes (Derecho Sociales, Justicia y Universidades) tampoco se libran de que se les pase el cepillo, si bien desde la dirección de ERC insisten en la voluntariedad y que cada caso “se evalúa a nivel personal”. El reglamento, sin embargo, dice que ante incumplimientos en la Carta, “la Ejecutiva podrá exigir a la persona responsable del cargo la destitución inmediata”.

Este caso es particular porque algunos de los altos cargos y eventuales son militantes de otros partidos y eso podría llevar a que se financie a una formación diferente de en la que se milita y que podría ser rival electoral. La Carta recoge el supuesto en el que un cargo prefiera dar el dinero a una organización que fomente el uso del catalán en lugar de al partido, pero no hay cifras sobre cuántos cargos han optado por esa vía. A diferencia de otros partidos, ERC directamente domicilia la cuota en la cuenta del cargo.

Según el partido, a los subdirectores departamentales y otros cargos técnicos están exentos. Tampoco se le aplica a las personas que llegan a plazas por concursos. Los republicanos intentan así evitar polémicas como la protagonizada en 2006 por el exsecretario de organización, Xavier Vendrell, que tuvo que dar explicaciones ante la fiscalía por unas cartas enviadas a servidores públicos ajenos a ERC y en las que se les pedía la contribución. La carta financiera es legal pero Vendrell aceptó errores.

Desde la dirección financiera no hacen cálculos sobre el impacto de la subida en el número de contribuciones pues son “voluntarias”. ERC tiene tres fuentes principales de financiación. La primera y más cuantiosa son las subvenciones de las instituciones donde tiene representación (en 2021 recibió 7,4 millones de euros en total, 41% corresponde a la que da el Parlament); la segunda es la de las cuotas de los altos cargos (1,07 millones) y la tercera es la de las cuotas de los afiliados (9.233 afiliados aportaron 1,04 millones).

Hasta el año 2020, el volumen de recursos recibido por las donaciones superó por primera vez al de las cuotas. Ese año, el dinero aportado por los afiliados (9.331 al cierre del ejercicio) ascendió a 1,12 millones mientras que los obligados a dar parte de su sueldo por a Carta entregaron un total de 1,14 millones. En 2017, por ejemplo, por concepto de cuota (que ascendía entonces a 136 euros mensuales), las arcas de ERC recogieron 958.517 euros (9.028 militantes) mientras que las aportaciones fueron menores: 602.647 euros. Entre cuatro años, el dinero recogido a cuenta de las donaciones de salario de altos cargos han subido más de un 78%.

La inyección extra de dinero llega justo en el comienzo del ciclo electoral, con las elecciones municipales y europeas ya en el horizonte y pendientes de cuánto más podrá el PSOE alargar la convocatoria de las generales. Y las dudas sobre si, en medio, se podrían encajar unas catalanas. ERC siempre se ha preciado de no tener grandes deudas bancarias. A costa de sus altos cargos, muy posiblemente.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal