La madre de la menor del vídeo sexual grabado en una discoteca de un pueblo de Barcelona asegura que su hija “no se acuerda de nada”
El joven que también fue grabado, mayor de edad, denuncia a los Mossos la difusión de las imágenes en las redes sociales
La madre de la menor de edad grabada practicando una felación en la discoteca Waka de Sant Quirze del Vallès (Barcelona) asegura que su hija de 16 años no se acuerda de nada. “Tú me conoces y sabes cómo soy. Yo no puedo ser esa chica... Pero soy yo”, ha relatado la mujer, en declaraciones a TV-3, que le explicó su hija. La familia ha denunciado la difusión del vídeo y también una presunta agresión sexual, ya que la joven no recuerda nada y no descartan que pueda tratarse de un caso de sumisión química. La nueva ley del solo sí es sí recoge que solo hay consentimiento en las relaciones sexuales cuando “se haya manifestado libremente mediante actos” que “expresen de manera clara la voluntad de la persona”. El vídeo se grabó el viernes y se difundió a través de Twitter y de Tik Tok.
Según la madre, la joven le explicó que fue a pedir una bebida a la barra y que luego se quedó en blanco, como si la hubiesen drogado. Y que sus amigas no se dieron cuenta de nada hasta que el chico, al que la víctima no conocía, detuvo la situación al darse cuenta de que les estaban grabando. Él, mayor de edad, también ha denunciado a los Mossos d’Esquadra la difusión del vídeo, según fuentes del caso. La policía catalana ha solicitado a las plataformas de Twitter y Tik Tok que retiren las imágenes. Y tanto el consejero del Interior, Joan Ignasi Elena, como la de Feminismos, Tània Vergé, han pedido que se dejen de difundir y han recordado que hacerlo supone cometer un delito.
La madre de la menor también ha denunciado que la discoteca Waka no actuó debidamente. “Nadie fue a ayudarles, a preguntarles si estaban bien”, lamentó la mujer, que reprochó que tampoco le hubiesen llamado después para contarle lo que había ocurrido. Además de la difusión del vídeo y la presunta agresión sexual denunciada por la familia por la supuesta ausencia de consentimiento de la joven que asegura no recordar nada, los Mossos investigan también la actuación de la discoteca Waka, que celebró una fiesta en la que podían entrar menores a partir de 16 años, lo que obliga a adoptar mayores medidas de seguridad. Este diario ha tratado sin éxito de contactar con los responsables del establecimiento, que acumula denuncias por peleas, agresiones sexuales y racismo.
El conseller Elena ha destacado que los Mossos están actuando “con rapidez, diligencia y determinación” a las órdenes de la autoridad judicial para aclarar los hechos y depurar las responsabilidades. “Cualquier hecho como este indigna porque se trata de una vulneración de los derechos de una menor”, ha indicado Elena, que ha recordado que Waka opera con una licencia concedida por el ayuntamiento y que la Generalitat ha abierto ya algunos expedientes al local.
También ha detallado que el Ayuntamiento de Sant Quirze y la Generalitat se han reunido varias veces para acordar medidas de control sobre la discoteca, que según los datos de la junta local de seguridad del mes de mayo, en solo un año estuvo relacionada con 160 actuaciones policiales, 46 agresiones y 36 detenciones, tres de ellas por violación. Los Mossos y la policía local han llevado a cabo controles rutinarios sobre aforos y por si suministran alcohol a menores. Si ahora se desprenden nuevas responsabilidades, la Generalitat actuará con “contundencia”, ha dicho Elena.
El Ayuntamiento de Sant Quirze del Vallès ha vuelto a reclamar a la Generalitat que “ejerza sus competencias” para que la discoteca Waka “deje de ser una actividad tan insegura y problemática”, un lugar donde “se cometen delitos de odio, racistas y sexuales de manera continuada”. A través de un comunicado, han mostrado su “apoyo incondicional a la víctima y a su familia” y se han ofrecido a “asesorarla y acompañarla”. En el escrito lamentan “una vez más, una absoluta indefensión” en relación con la discoteca, e insisten en que la Subdirección General de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas revise, si hace falta, el reglamento para responder “con contundencia” a situaciones “de la gravedad” de las que ocurren en Waka.
“Ahora es un vídeo, una nueva denuncia por agresión sexual y una nueva víctima, más pruebas de las muchas que desgraciadamente vamos conociendo y que ponen de manifiesto que esta actividad recreativa es un espacio fuera de control donde se permiten atentados contra todas las libertades”, ha lamentado la alcaldesa, Elisabeth Oliveras. Y ha recordado que además el local y tres de sus subcontratas fueron sancionados por la Inspección de Trabajo con 152.000 euros por no registrar la jornada laboral, tener a personas sin contrato, a menores y no cumplir con la normativa de riesgos laborales. El ayuntamiento también ha subrayado su “rechazo absoluto” hacia las personas “que han sido cómplices” de la agresión “mediante su grabación, visualización o envío”.
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