El Síndic de Barcelona insta a Colau a revocar el hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv y Gaza

El Síndic de Greuges de Barcelona, el defensor del pueblo en la ciudad, David Bondia, ha instado al Ayuntamiento de Barcelona a revocar el acuerdo de “amistad y cooperación” entre la capital catalana y las ciudades de Gaza y Tel Aviv suscrito en 1998. La sindicatura ha estudiado el acuerdo y ha concluido que “este hermanamiento no ha tenido en cuenta el cambio de circunstancias que se ha producido después de su celebración, no garantiza el compromiso con los derechos humanos y tampoco impulsa unas relaciones internacionales que promuevan la justicia global”.

La petición del Síndic tiene origen en la queja de un particular, el pasado mes de febrero. Pero la resolución se produce en paralelo a la campaña que varias entidades emprendieron en julio en la que piden que Barcelona rompa su hermanamiento con Tel Aviv. Entre las entidades impulsoras figuran La Fede (que agrupa a 124 organizaciones catalanas de cooperación, defensoras de la paz y los derechos humanos) y la coalición Basta de Complicidad con Israel. Barcelona en comú figura entre las entidades adheridas a la campaña, aunque la firma del partido no figura entre las recogidas. Desde el consistorio, por ahora, el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau no se pronuncia al respecto.

La campaña busca recoger firmas para elevar al Pleno Municipal la propuesta de que el Ayuntamiento de Barcelona ponga fin al hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv. Una propuesta, informaron en julio sus impulsores, que “se enmarca en una llamada más amplia del pueblo palestino pidiendo el boicot, las desinversiones y sanciones al estado de Israel hasta que no respete los derechos del pueblo palestino y cumpla con el derecho internacional”. Los promotores tienen previsto entregar este viernes en el Ayuntamiento las casi 4.000 firmas que han recogido y que permitirán elevar la petición al pleno, donde los grupos municipales deberán posicionarse.

En el caso de la resolución del Síndic, la defensoría ha analizado en qué consistía el acuerdo alcanzado en 1998 y ha concluido que no se cumple. El acuerdo, recuerda, se firmó en el contexto de los Acuerdos de Paz de Oslo, “con el fin de sumar esfuerzos en la consecución de la paz en esta zona del Próximo Oriente”. Entonces el alcalde era Joan Clos (PSC). “En este acuerdo entre Barcelona, Gaza y Tel Aviv se pactó el intercambio de experiencias y conocimientos sobre la gestión municipal, el desarrollo de iniciativas culturales, la colaboración social y los proyectos de cooperación para mejorar las condiciones de vida de la población de Gaza”, analiza el Síndic, que señala que “las dificultades del proceso de paz en el Próximo Oriente, y concretamente en el conflicto entre Palestina e Israel, han provocado que estas acciones no se hayan podido llevar a cabo”. “Sin embargo, Barcelona mantiene relaciones con las dos ciudades por separado”, añade. Con todo, del acuerdo no se derivan obligaciones o responsabilidades jurídicas ni económicas directas a cumplir por parte del consistorio.

La sindicatura recuerda que el propio consistorio admite en su página web que la colaboración entre las ciudades no se ha podido llevar a cabo “por razones derivadas del conflicto”. Y se hace suyo el concepto de “apartheid contra el pueblo palestino”, como también ha denunciado Amnistía Internacional. “Muchas de las medidas que sufre diariamente el pueblo palestino (en Israel, Cisjordania y Gaza), además de tener consecuencias en la economía, la salud, la educación, la vivienda y el nivel de vida de la sociedad, configuran un crimen: el de apartheid. Este crimen de lesa humanidad se suma a la ocupación y al colonialismo que sufre desde hace décadas la población palestina”, apunta el Síndic.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal