La apuesta de Junts para combatir la inflación con rebajas fiscales aleja el pacto presupuestario con ERC

Junts per Catalunya ha mostrado este miércoles sus cartas en la negociación para aprobar las cuentas de la Generalitat. Los exsocios de ERC en el Ejecutivo han presentado una propuesta que, aunque no rompe la baraja de cara a alcanzar un pacto, sí opta por una fórmula que tanto el Govern que preside Pere Aragonès como los comunes o el PSC (otros posibles socios) han rechazado en el pasado: compensar la inflación con rebajas en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). A esta medida se suman otras como un fondo especial de 300 millones para ayudar a abonar la factura de la luz de pequeñas y medianas empresas; la actualización de los precios de los módulos de la escuela concertada “sin perjudicar a la pública” o la creación de una unidad específica de los Mossos para “disuadir y paliar las ocupaciones ilegales”.

Otras comunidades,incluso algunas lideradas por el PSOE, ya han optado por mitigar la subida generalizada de precios subiendo el equivalente en los tramos del IRPF y evitando así que no se pierda el poder adquisitivo. El Gobierno central no ve bien esta medida. Las previsiones, ha recordado Jaume Giró, exconsejero de Economía y miembro de la dirección de Junts, es que al final del año la inflación en Cataluña sea del 7,5%. La propuesta de su partido pasa por, siempre dentro del tramo autonómico del ese impuesto, incrementar en un porcentaje idéntico el monte de los mínimos personales y familiares. Todos los tramos, además, verían una deflactación del 3,5%. La propuesta la redondea la rebaja de medio punto en el tramo más bajo de la porción autonómica del tributo, que pasaría del 10,5% al 10%. Esta medida afectaría a aquellos que tienen unos ingresos entre 0 y 12.450 euros.

Los comunes, otro de los posibles socios de ERC para los presupuestos, rechazan cualquier tipo de rebaja fiscal. De ahí que el posicionamiento de Junts, con un gran componente ideológico y la voluntad de marcar perfil político, complique el gran pacto que los republicanos dicen querer con su exsocio y En Comú Podem. En el pasado, la nueva titular de Economía, Natàlia Mas, se ha mostrado contraria a recurrir a la deflación pues considera que sus efectos son “irrisorios” en los contribuyentes y, en cambio, las arcas de la Generalitat se ven seriamente afectadas por la caída en la recaudación.

Hace 15 días, en sede parlamentaria, Mas aseguró que el tramo más bajo del IRPF solo vería una mejora “de tres euros” si se aplicara esa fórmula para compensar el alza en el coste de vida, aunque no presentó todas las magnitudes que le llevan a ese cálculo. Giró ha aceptado que la Generalitat dejaría de recaudar dinero pero que aún recaudaría más de lo esperado. “No hacer nada” a nivel fiscal implicaría que entraran entre 600 y 650 millones de euros. Con el retoque que propone, ha añadido, entrarían a las arcas 426 millones de euros, es decir, el efecto de las medidas es de 279 millones.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha manifestado que se trata de una propuesta del todo asumible por el Ejecutivo que preside Aragonès y ha insistido en que no hay ninguna “línea roja” que impida no llegar a un pacto. De hecho, hay medidas de gran calado en la que se ve sintonía. Los de Turull quieren que se actualice en 8,7% el Indicador de renda de suficiència (IRSC), el índice de referencia para otorgar ayudas sociales y que estaba congelado hace 12 años. Esa subida, que abriría la puerta a muchas personas que no podrían recibir los subsidios, calcula que tendrá un impacto de 200 millones de euros. El consejero de Derecho Sociales, Carles Campuzano, ha dicho este mismo miércoles que la apuesta del Ejecutivo es que el IRSC se actualice en un 8%.

Junts ha querido marcar perfil ideológico con sus propuestas. El partido renuncia por ahora a presionar para que haya cambios en el impuesto de Patrimonio (que aprobó en su hoja de ruta, el pasado verano) pero sí insiste en modificaciones en el de Sucesiones, en línea de volver a lo que en su momento aprobó Artur Mas. Habrá batalla por el modelo de concertación en la educación y Turull ha explicado que se acumulan muchos años sin actualizar sus módulos. Específicamente, piden un 30% de incremento en los precios. Para lograr una verdadera cobertura de la universalidad de la escuela 0-3, también piden que se exploren los conciertos con guarderías privadas.

Hay guiños a los pequeños y medianos empresarios, con dos paquetes para nivelar los costes energéticos y que ascienden a 300 millones de euros. Para mejoras en las infraestructuras universitarias y regularización de falsos profesores asociados, se propone dedicar 60 millones de euros. También se propone un paquete de 130 millones para reducir la lista de espera en servicios de dependencia, mantener el proyecto de Hard Rock en Tarragona y resucitar la Agencia de Protección Social, una de las llamadas estructuras de Estado que había promovido en su día Junts pel Sí y que la Justicia reconoció como un ente perfectamente encajable en el entramado autonómico.

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