Un salario de 30.000 euros pagará 433 euros más de IRPF en Cataluña que en Madrid

No hay ninguna otra comunidad que tenga un impuesto de la renta (IRPF) tan alto como en Cataluña para las rentas medias. Así lo acredita un estudio elaborado por la delegación catalana de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEAF), que asegura que un catalán con unos ingresos de 30.000 euros llega a pagar hasta 321 euros más que un madrileño, quienes en los últimos lustros se han beneficiado de una menor presión fiscal gracias a la aplicación del tramo autonómico del impuesto más bajo.

En esa franja de ingresos brutos, el promedio español es de 27.099 euros y, por tanto, es la franja de población que mayores recursos aportan a las administraciones, y sin tener en cuenta las posibles deducciones los contribuyentes catalanes soportan un gravamen total del 20,19, una décima más alto que Extremadura (el segundo gravamen más alto con un 20,09%) y un punto y 15 centésimas más alto que Madrid (19,04%). Esa diferencia se explica porque así como el tramo estipulado por el Estado es idéntico (9,84%) el de cada comunidad varía, siendo el catalán el más alto, con un 10,35%.

Según los cálculos de la AEAF el diferencial Cataluña-Madrid crecería este año hasta los 433,35 después de que la Comunidad decidiera rebajar el IRPF para este 2022, en una medida que también beneficia a las rentas altas y en mayor cuantía.

El análisis de los asesores fiscales se centra también en las rentas brutas de 60.000 y 120.000 euros. En esos casos, los gravámenes fijados por la Generalitat no son los más altos. Por ejemplo, en el caso de los contribuyentes con un salario de 60.000 euros, la comunidad se sitúa en la quina posición, con un tipo del 28,29%. Solo le superan Extremadura (28,93%), Aragón, Comunidad Valenciana y Galicia. La diferencia del pago con Madrid (que también tiene el tipo más bajo, del 27,43%) es de 501 euros anuales.

En el caso de los contribuyentes con ingresos a partir de 120.000 euros la diferencia se ensancha hasta los 1.361 euros pese a que Cataluña se sitúa en la posición 10, con un gravamen total del 36,68%. Madrid, que también ha optado por beneficiar a las rentas más altas para atraer grandes patrimonios a través de bonificaciones en los impuestos de sucesiones y de patrimonio, tiene fijada una tasa del 35,52%.

Cataluña cuenta con una escala de tipos con siete tramos de rentas. Con los presupuestos del pasado año el Govern y En Comú Podem negociaron reducir el impuesto de la renta para intentar reducir la presión fiscal sobre las rentas inferiores a los 35.000 euros, de forma que pudieran sortear una sentencia del Tribunal Constitucional que aprobaba una bonificación de 2020. Aquella maniobra se fijaba el objetivo, sin embargo, de beneficiar a las rentas de hasta 12.450 euros, al reducir su tipo del 12% al 10,5%.

El informe de la AEAF llega cuando el Govern analiza si actualiza los Presupuestos para 2023, lo que requerirá del concurso de partidos de la oposición. El PSC y los comunes demandaban blindar bajadas de impuestos a las rentas más altas pese a la batalla fiscal a la que se han incorporado diferentes comunidades autónomas y el Gobierno central tras el paso de Andalucía para reducir el impuesto de patrimonio.

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