Aragonès se compromete a sustituir con celeridad a los consejeros de Junts si se rompe el Gobierno catalán

El Gobierno catalán ha celebrado este martes su primera reunión tras la explosión de la crisis entre los socios, ERC y Junts, y que provocó la destitución, hace una semana, del número dos del Ejecutivo, Jordi Puigneró. La imagen de la silla vacía del vicepresident molesta mucho en las filas republicanas, volcadas en trasmitir un mensaje de que el trabajo continúa pese a la pelea abierta entre las formaciones y que la ruptura total esté sobre la mesa. La militancia de los liderados por Laura Borràs decidirá este jueves y viernes en una consulta si se ha de seguir con la coalición o no. Según ha explicado la portavoz Patrícia Plaja, el president Pere Aragonès le ha transmitido a sus consellers que quiere que ambas formaciones sigan compartiendo el Ejecutivo, pero ha recalcado que ahora es importante seguir “trabajando al máximo” para que la maquinaria de la Generalitat sortee un contexto “excepcional”. Plaja no ha querido adelantarse a ningún escenario que salga de esa votación, aunque ha garantizado que Aragonès se prepara para “cualquier escenario” y que, una vez en Junts concluyan su proceso interno, él también tomará las decisiones que correspondan sin dilación.

Todos los ojos están puestos en lo que decida la militancia de Junts y en si ese veredicto, independientemente del resultado, hace volar al Ejecutivo que conforman las dos formaciones independentistas. Mientras unos y otros contienen la respiración hasta el sábado, los republicanos han querido evitar la sensación de parálisis. “La gestión del Govern continúa funcionando”, ha insistido en varias ocasiones Plaja. Entre los acuerdos aprobados este martes, de hecho, está el pistoletazo de salida de la empresa energética pública. La portavoz le ha quitado hierro al hecho de que fuera ella y no la consejera de Acción Climática (Teresa Jordà, ERC) y el titular de Economía (Jordi Giró, Junts) quienes presentaran de manera conjunta el acuerdo, pues se trata de una de las propuestas más importantes del plan de Gobierno.

Plaja ha dicho que esa voluntad de asegurar que no se abandona la gestión pese a los momentos turbulentos también estará presente en la gestión de los resultados de la consulta de Junts. En el Govern no quieren especular con las vías que se abren si gana el sí o el no a mantener la coalición, pero ha garantizado que se contempla cómo responder ante cada escenario. “No puede improvisar”, ha asegurado cuando se le ha preguntado sobre si había algún preparativo en el caso de que tengan que gobernar en solitario. “Es una obligación y una responsabilidad de la administración del Govern tener presentes todos los escenarios”, ha apostillado.

El Parlamento catalán puede convertirse este martes y el miércoles en un posible foco de nuevo choque entre los aun socios. La CUP defenderá una moción para que Aragonès se someta a una cuestión de confianza (la misma petición de Junts generó la crisis) y ha reclamado que por una cuestión de “garantías democráticas” deben explicar con qué alianzas cuenta para desplegar un proyecto que no tiene nada que ver, dicen los anticapitalistas, con el programa de gobierno con que fue investido presidente.

Laia Estrada, diputada de la CUP, ha afirmado que su acuerdo de investidura con ERC es absolutamente “papel mojado” y ha señalado que los republicanos no cuentan ya con el apoyo de Junts ni siquiera el de los comunes, que se niegan ya a negociar los presupuestos. “Hay unos socios preferentes”, ha dicho ironizando. “Y otros efectivos. El verdadero socio de este Govern es el PSC”.

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