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Barcelona aguanta el tipo en verano, con un 12% menos de delitos que antes de la pandemia

Las denuncias por abusos sexuales crecen un 63,5% en la ciudad, mientras que las agresiones sexuales caen un 21,6%

Rebeca Carranco
Un mosso d'esquadra en un dispositivo de seguridad en el port olímpic.
Un mosso d'esquadra en un dispositivo de seguridad en el port olímpic.JUAN BARBOSA

Barcelona ha aguantado el tipo ante los peores pronósticos que hacían temer un verano por encima delincuencialmente de la etapa prepandémica. Las cifras reflejan una reducción del 12,2% de los hechos delictivos en la ciudad entre julio y agosto comparados con el mismo periodo de 2019. Las denuncias por abuso sexual, en cambio, han crecido un 63,5% (de 74 a 121), mientras que las agresiones sexuales se mantienen un 21,6% por debajo (de 60 a 47 casos). “Barcelona es una ciudad segura”, afirma la comisaria jefa de Barcelona de los Mossos d’Esquadra, Marta Fernández. En los dos distritos donde se concentran la mayor parte de los incidentes, Eixample y Ciutat Vella, la criminalidad se ha reducido un 27,3 y un 10,4%, respectivamente.

La ciudad ha pasado la prueba de fuego de mantenerse a nivel global por debajo del verano antes de la covid, cuando las denuncias y la inseguridad se dispararon en la Barcelona. Aunque se siguen cometiendo unos 300 hurtos al día –el robo estrella, que supone la mitad de los delitos-, la cifra supone un 22,4% menos (de 23.932 a 18.567). Los robos violentos, con 31 de media al día, se reducen un 12% comparados con el verano de 2019, según las estadísticas hechas públicas por la policía catalana en una nota de prensa. “Hemos trabajado mucho antes de la llegada del verano”, indica la comisaria Fernández, que resalta una nueva oficina técnica donde además de datos se analizan “fenómenos”, y compara lo que ocurre en Barcelona con otras ciudades similares. “El sistema es más eficaz ahora”, concluye la responsable policial, sobre las mejoras operativas de la policía.

Los datos sobre la violencia sexual, en cambio, son peores que en 2019, con un crecimiento del 25,3%. Desgranados, lo que aumentan son las denuncias por abusos sexuales, un 63,5% más, (de 74 a 121), frente a la reducción de las agresiones sexuales de un 21,6% (de 60 a 47). Las detenciones por estos delitos han aumentado también un 71% (de 45 a 77). “No sabemos qué parte se debe a una mayor visibilización del problema y qué parte a un aumento de los hechos”, admite, sobre las cifras. Y apunta a agresores “oportunistas”: “No tenemos violadores en serie, lo que se está dando son personas que aprovechan la vulnerabilidad de la víctima”. Las lesiones también crecen un 16% (de 724 a 840), y la comisaria achaca a una mayor “crispación” y más actividades en el exterior, tras la salida de la pandemia. “La gente llama más a la policía”, asegura.

La policía atribuye también la contención delincuencial a una mayor presencia policial en la ciudad (9% más de Mossos y un 12% más de guardias urbanos), lo que ha permitido intensificar los patrullajes, más equipos conjuntos y mejorar la prevención, según la nota de prensa. También destaca el dispositivo específico en contra del robo de relojes (156 casos, el 8% de los robos violentos en la ciudad), con la creación del grupo Titani, que ha supuesto la detención de 73 sospechosos. A 117 ladrones multirreincidentes se les ha detenido 472 veces y se les ha imputado 617 hurtos y robos violentos. Los robos con fuerza en establecimientos comerciales han caído un 42,8% (de 539 a 308), los robos con fuerza en domicilio un 20% (de 1.396 a 1.116) y los robos con fuerza en el interior de vehículo caen un 9,6% (de 2.125 a 1.920). Las estafas, en cambio, crecen un 32,3% (de 2.989 a 3.957).

No hay “más violencia” que en otras épocas en Barcelona, defiende Fernández. Y se basa en el indicador de las personas que necesitan ser atendidas en el hospital después de sufrir un robo violento: entre el 2 y el 2,5%, un dato similar al de 2019. A pesar de eso, la ciudad se ha labrado una imagen pública de inseguridad, con la viralización recurrente de imágenes violentas. “Es muy impactante, ojalá no ocurriese, pero no están contextualizadas”, considera, y recuerda que el delito principal en la ciudad sigue siendo el hurto, que “se comete al descuido”. “Es contraproducente generar miedo a la población”, reflexión la mando policial, que insiste en que en la capital catalana “no se producen por norma general delitos de gravedad”. “Podemos decir que estamos mejor que en otras épocas”, indica la comisaria.

En cuanto a la convivencia y el cumplimiento de las ordenanzas, la policía ha impuesto más de 9.000 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública en junio, julio y agosto (3.687 más que el mismo periodo de 2019). También se ha sancionado a 1.205 personas por orinar o defecar en la vía púbica, y se han desalojado a 121.000 personas del espacio público.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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