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Una avería informática paraliza la red de Cercanías de Cataluña durante más de tres horas

La ministra de Transportes anuncia una investigación interna y la Generalitat vuelve a reclamar el traspaso de competencias

Una informadora de Rodalies en la estación de Sants le explica el problema a un usuario.
Una informadora de Rodalies en la estación de Sants le explica el problema a un usuario.Gianluca Battista

Como en el resto de España, los trenes de Rodalies -la red de Cercanías en Cataluña-, son gratis desde el 1 de septiembre para los viajeros recurrentes, pero siguen suponiendo una pérdida de tiempo y de paciencia para muchos de sus usuarios. Una avería en el sistema de telecomunicaciones que utiliza Adif ha bloqueado esta mañana la circulación de trenes por la red ferroviaria convencional de Cataluña durante más de tres horas. Las afectaciones se han multiplicado en todas las estaciones y, según Renfe, han afectado a más de 80.000 personas y también al tráfico de mercancías.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha anunciado una investigación interna y ha alegado que la incidencia “no ha tenido nada que ver con Renfe, con el material móvil, ni con el funcionamiento del servicio”. Sánchez ha puesto el foco en Adif. El administrador ferroviario es, igual que Renfe, una empresa que depende del Ministerio de Transportes. En Cataluña, la red de Cercanías tiene una gestión bicéfala: Ministerio y la Generalitat. La administración catalana tiene mano en los horarios, la frecuencia de paso, las tarifas y la información a los usuarios, mientras que el Estado, a través de Adif, es titular de la infraestructura relacionada con las vías, estaciones y andanas. Renfe es la empresa que opera los trenes y que da servicio, en Rodalies, a unos 320.000 usuarios diarios (antes de la pandemia eran 400.000).

Adif ha alegado un fallo “sin precedentes” en una “tarea rudimentaria de mantenimiento”, que ha afectado a un disco duro del sistema de telecomunicaciones gestionado desde el Control de Tráfico Centralizado (CTC) de la Estación de Francia. La presidenta de la compañía, María Luisa Domínguez, ha apuntado que ha dejado de funcionar el sistema de radiotelefonía que se usa para contactar con los maquinistas, que se controla desde el CTC.

El fallo, ha explicado, se debe a que la actualización del ‘software’ del sistema, que suele durar entre 30 y 45 minutos y que se ha iniciado aproximadamente las 1.10 horas de la madrugada, ha sufrido “un corte absolutamente anómalo” a los 10 minutos de arrancar.

La avería de este viernes, la enésima que afecta Rodalies pero la más grave en años, ha desencadenado un nuevo choque entre la Generalitat y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. La administración catalana reclama desde hace largo tiempo el traspaso de todas las competencias del servicio. El president Pere Aragonès ha calificado de “absolutamente inaceptable” la paralización del tráfico. “Esta situación hace demasiado que dura. El Gobierno español tiene que asumir su responsabilidad y traspasar ya la competencia”. Aragonès denuncia la “continuada desinversión crónica que sufre Rodalies y la red de media distancia en Cataluña”. El vicepresident Jordi Puigneró, responsable de la consejería de Territorio, ha denunciado que se trata de un nuevo ejemplo del “lamentable servicio que presta el Estado en Cataluña”. En declaraciones a EL PAÍS la ministra de Transportes Raquel Sánchez ha señalado que no hay precedentes de un percance similar: “Una avería de este tipo no había pasado nunca”, y ha achacado a motivos de seguridad la paralización de todo el tráfico. “No podíamos poner a circular trenes que no estuvieran correctamente conectados al sistema de seguridad”, ha dicho. La ministra trata de restar crédito a la reivindicación competencial de la Generalitat: “Trabajaremos para que esto no se vuelva a repetir, pero incidencias también las sufre Ferrocarrils de la Generalitat”, ha dicho, en relación con la empresa pública que gestiona la Generalitat.

El bloqueo ferroviario ha propiciado una catarata de reacciones políticas en vísperas de la Diada que se celebra el próximo domingo. El independentismo ha aprovechado para cargar duramente contra el Gobierno. Laura Borràs, presidenta de Junts y que recientemente fue suspendida como presidenta de Parlament, ha apuntado que el “caos ferroviario” es “el precio” que hace pagar el Estado a los catalanes: “Nos quiere cautivos, limitados y atrasados”, ha escrito en Twitter. Oriol Junqueras, presidente de ERC, también ha expresado su crítica: “el verdadero adversario de nuestra sociedad és un Estado que juega contra nuestros intereses como país”. La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha afirmado que el desbarajuste con los trenes es “la enésima prueba del desprecio del Gobierno español hacia Cataluña”.

El servicio ha vuelto a funcionar a partir de las 8.05 pero tardará horas en recuperar la normalidad, según ha informado un portavoz de Renfe. En Sants, el corazón de la red ferroviaria, una multitud de viajeros ha accedido a las vías cuando se ha reactivado la actividad. Hasta ese momento, Renfe recomendaba buscar transporte alternativo y la Generalitat ha activado una prealerta Ferrocat, su plan de emergencias para el transporte de viajeros por ferrocarril.


La afectación ha sido grave. El bloqueo del sistema informático de telecomunicaciones impedía circular tanto a trenes de Rodalies, la red catalana de Cercanías, como a los Regionales y de Larga Distancia que utilizan también la las líneas convencionales. Los trenes de alta velocidad han circulado con normalidad.

“Técnicos de Adif están trabajando desde primera hora para solventarla cuanto antes”, ha indicado a través de Twitter también el gestor de la infraestructura ferroviaria. Fuentes de Renfe han lamentado que no podían dar previsión de resolución.

“No hay trenes, no funcionan”, advertían trabajadores de Adif a los usuarios que iban llegando a la estación de Sants de Barcelona, la principal de la red catalana, porque es allí donde convergen todas las líneas de corta, media y larga distancia, cuando los trenes todavía no podían circular. Se impide el acceso a las vías, mientras algunas personas, sobre todo turistas con mochilas, aguardan la posibilidad de efectuar sus viajes. Solo en los accesos del AVE hay normalidad.

Carmen, empleada en un domicilio de Castelldefels que esperaba poder coger el tren, se lamentaba de que todas las horas que llegue tarde a su trabajo las tendrá que recuperar por la tarde.

“Es increíble”, decía sorprendido Max, un turista ruso, que arrastraba una inmensa maleta y una tabla de surf y que tenía que coger un tren hasta el parque de atracciones de Port Aventura. No entendía que los informadores no fueran capaces de explicarle una alternativa de transporte para llegar hasta Salou.

Pepa Llort, que tenía que coger un tren en L’Ampolla para trasladarse a Barcelona, señalaba que estaba intentando llegar a la capital catalana aprovechando el viaje de unos amigos que tenían que ir al Hospital Clínico. “Si no tendré que coger el autobús, pero me temo que irá hasta arriba”.

Por su afectación en toda la red, la avería es una de las más graves que ha sufrido la red ferroviaria en Cataluña, comparable con una avería en el Centro de Control de Tráfico Centralizado en mayo de 2015 que acabó afectando a 80.000 personas.

El centro de gestión de Rodalíes Renfe en el Clot, en una imagen de archivo.
El centro de gestión de Rodalíes Renfe en el Clot, en una imagen de archivo.Gianluca Battista (EL PAÍS)

El fallo se produce en un momento clave para el impulso del tráfico ferroviario y la confianza de los usuarios en la red de Renfe. El Gobierno ha iniciado este mes de setiembre su plan de abonos recurrentes, que supone la gratuidad del uso de los servicios de Cercanías hasta finales de año para que todos aquellos pasajeros que acrediten el uso del servicio en más de 16 ocasiones en este periodo. El Ministerio de Transportes preveía que el número de usuarios creciera entre un 15% y un 20% gracias a esta gratuidad, mediante la captación de personas que se movían hasta ahora en transporte privado.

En una intervención en Catalunya Ràdio el vicepresident de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha vinculado la avería a la campaña de gratuidad del servicio ferroviario. “La gente quiere que Rodalies funcione, no que sea gratis”, ha señalado.

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