La Mesa del Parlamento catalán confirma la suspensión de Borràs como presidenta
Presión de todos los grupos de la oposición a ERC para impulsar una nueva fórmula que pemita acabar con la interinidad del liderazgo de la Cámara
Laura Borràs seguirá suspendida como presidenta y diputa del Parlament y, de momento, esa situación solo la podrá cambiar un fallo favorable en el juicio que se celebrará en su contra por delitos de falsedad y prevaricación. La Mesa de la Cámara se ha reafirmado este jueves en su decisión del pasado mes de julio y tanto ese órgano como la Junta de Portavoces han rechazado aceptar la petición de reconsideración de la suspensión que había presentado Junts per Catalunya. Los representantes de los partidos han recordado que dentro de los supuestos para pedir evaluar una decisión de la Mesa no están la aplicación del reglamento (precisamente lo que hizo con Borràs). La presión, sin embargo, sigue para Esquerra, cuya diputada Alba Vergés asume por ahora las funciones de presidenta. Los grupos de la oposición instan a los republicanos a buscar fórmulas para acabar con la interinidad en la segunda institución de Cataluña, pero todas implicarían vulnerar el pacto de Gobierno con Junts, partido al que le tocaría ostentar la presidencia de la Cámara.
Junts ha insistido hasta en dos ocasiones para lograr que se aceptara estudiar la reconsideración. En el segundo intento, que ha presentado en la mañana de este jueves, ha incluido como argumento el dictamen del Comité de Derechos Humanos de la ONU conocido el pasado miércoles y que señala que se violaron los derechos políticos de Oriol Junquetas, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva cuando se les retiró su escaño en 2018 tras ser enviados a prisión preventiva por estar siendo investigados por un delito de rebelión. En el partido que dirige la propia Borràs defienden que esa misma doctrina aplicaría para ella. La presidenta fue suspendida en virtud de un artículo del reglamento de la Cámara que establece que, si a un diputado se le abre juicio oral por un delito relacionado con la corrupción, se le suspende de manera automática de sus funciones.
La presión de la oposición
Desde un principio, en las filas de Junts estaban convencidos de que la maniobra de la reconsideración sería estéril pero era un paso necesario de cara a poder elevar su lucha judicial por el escaño a otras instancias. Borràs, que insiste en que es víctima de una persecución política equiparable a la de otros líderes independentistas, pretende que la justicia europea eventualmente falle sobre su caso. Sin embargo, han utilizado el episodio para cargar contra ERC. La secretaria de la Mesa de Junts, Aurora Madaula, ha calificado de “decisión política y partidista” el hecho de que Vergés se negara a aceptar la reconsideración y que ni siquiera aceptara pedir un informe jurídico al respecto.
La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha rechazado que los casos de Borràs y los estudiados por el Comité de la ONU sean equiparables. “Quien quiera equiparar la implicación de Jordi Turull, que ha sido condenado por haber hecho el 1-O, con el caso de Laura Borràs, que tiene una presunta acusación por delitos vinculados con la corrupción, se equivoca y hace un flaco favor al conjunto del movimiento independentista”, ha dicho en rueda de prensa.
La republicana ha instado una vez más a Junts a que busque una fórmula para acabar con la interinidad, a sabiendas de que de momento los socios piensan dejar la silla vacía de la presidencia del Parlament. “Volvemos a pedir una vez más a Junts que dejen de derivar proyecto internos hacia las instituciones catalanas”, ha pedido Vilalta. En ERC, pese a la situación, se han comprometido con ejercer las tareas de la presidencia del Parlament con la mayor exigencia posible.
La oposición, sin embargo, sigue apuntando a los republicanos para que muevan ficha y se pueda encontrar un nuevo presidente o presidenta para la Cámara. Se trata de una maniobra casi imposible, pues Borràs está suspendida, no relevada y ya ha dejado claro que no piensa renunciar. Los del partido fundado por Carles Puigdemont tampoco quieren tener la vicepresidencia primera que ahora ocupa Vergés. Cualquier otra fórmula necesita el visto bueno de ERC y esto implicaría incumplir el pacto de Gobierno con Junts. Ciudadanos ha propuesto que los miembros de la Mesa del PSC y ERC dimitan para, ante la falta de quorum, sea necesario votar una nueva composición. También está sobre la mesa un posible cambio en el reglamento, para clarificar que se puede hacer en estas situaciones, pero es un proceso muy largo. Para los comunes, ha dicho su presidenta Jéssica Albiach, “la pelota está en la mesa de ERC y Junts”, que son los grupos que “hicieron presidenta a Borràs”.
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