_
_
_
_

Wilco: praderas en la orilla del mar

El grupo caligrafió un plácido concierto en un estival Poble Espanyol

Wilco
El cantante Jeff Tweedy (i), y el bajista John Stirrat (d), del grupo estadounidense Wilco. EFE/Javier CebolladaJavier Cebollada (EFE)

Concierto adulto para adultos. Espacio confortable, con esa afluencia de público que permite moverse, escoger varios buenos lugares y deambular sin pisar botas camperas, que las había en un intento de mímesis con el sonido country-folk del último disco de Wilco. También sombreros y gorras de camioneros yanquis, aunque sin mayores alharacas, no está la edad para parecer de Nashville siendo, pongamos por caso, de Mataró. Pero sí está la edad, y no es que el público fuese de la novena de Mahler, para regalarse con la calma balsámica que marcó buena parte del concierto, un concierto largo de dos horas que pasó sin atragantarse y con puntuales subidas de intensidad, pequeñas tormentas eléctricas para sentirse tonificado. Eso es Wilco en 2022, caricia y latigazo, rock eléctrico y country de vasta planicie, pop con raíz y una voz que tiene aire de queja sin apesadumbrar.

Incluso Jeff Tweddy, el líder bajito, redondeado y achatado por su propio sombrero, tiene algo de alegre, un aire de Raimundo Amador, sólo en lo físico, quizás en lo gestual, o quizás en la forma del rostro, que mueve a la empatía. El primero es la alegría de la huerta, el segundo el solaz bajo el porche. Banales similitudes al margen, Wilco, que habían retrasado su gira por la pandemia, sufrieron la baja de Nels Cline, un guitarrista muy fino que ayuda tanto en la delimitación puntillista de los momentos más aplacados como en la explosión ambiental de las tormentas más apabullantes de electricidad. Dijo Tweddy que el show debe continuar, y como en las previas paradas de la cita en España lo hizo sin Nels. No fue el mismo concierto, pero tampoco dio para pedir la devolución de las entradas, porque el grupo cumplió. Hubo más acento de teclados y con ello y quizás un ajuste de repertorio, que además varió algo sobre la marcha, Wilco salieron airosos.

En ese repertorio, una habilidosa aunque no complicada mezcla de momentos. De inicio una autoafirmación en el presente, con I Am My Mother abriendo noche y dos piezas más del nuevo disco entre las seis primeras, las otras cuatro se repartirían por el resto del repertorio. En tercera posición un primer éxito y primeros brazos hendiendo el aire con I Am Triying To Break Your Earth, para desembocar más tarde en el pop con Hummingbird, con Jeff sin guitarra, sólo voz frente al micro. Luego saltos moderados con War on War y hormigueo en blanco y negro en la pista, hormigueo de cabezas en movimiento con la cambiante At Least That’s What You Said, ralentizado con Tired Of Taking In Out Of You, otra pieza del último trabajo. Brisas de pradera en la humedad de la noche mediterránea. Jeff saludando con el sombrero, el público saludándole con sus aplausos y esa sensación común de música en verano, al atardecer y al aire libre. Sí, los contextos cuentan. Y un poco de rock para asilvestrarse razonablemente con Box Full Of Lethers.

Entre 27 piezas hubo momentos para todos los espíritus. Ablandarse fue inevitable con Jesus, etc o You And I, y recuperar la tersura inevitable con el tramo final gracias a Heavy Metal Drummer, de uno de los discos más representados en el repertorio, Yankee Hotel Foxtrot y, ya en los bises, con Monday o la final Outtasite (Outta Mind). Sí, con Cline podría haber sido mejor, tanto el acople como el punteo, pero estamos en tiempos de pandemia. Nadie se puso puntilloso, al menos de forma notable, y la noche concluyó entre la general satisfacción. Hay veces en que ser feliz requiere un poquito de voluntad.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_