La larga y triste huida de Azra Bibi: la madre de las hermanas de Terrassa asesinadas en Pakistán

Azra Bibi escapa de un infierno. El pasado 20 de mayo vivió el asesinato de sus dos hijas a manos de sus familiares en su misma casa del Pakistán. Fue retenida en el domicilio, la policía la rescató, acusó a su hijo del feminicidio y pasó unos días escondida por las autoridades. Ahora pretende recuperar su vida en Barcelona, donde ha aterrizado este domingo por la mañana con el rostro cansado y sin apenas dormir. “Estoy muy agradecida a las autoridades del Pakistán y especialmente al cónsul”, ha dicho con una voz casi inaudible. “Me han ayudado para volver aquí”. La han ayudado a huir.

El viaje de Bibi ha sido largo. Salió de Islamabad (Pakistán) el sábado por la tarde hasta Abu Dhabi (Emiratos Árabes), donde hizo escala. El último avión despegó con poco menos de 30 minutos de retraso, la madrugada de este domingo, pero ha llegado puntual a Barcelona tras más de cinco horas de vuelo. El cónsul de Pakistán en Barcelona, Mira Salman, ha ido a buscarla personalmente, acompañado de un agente de la Policía Nacional, una traductora y otras dos personas, que se adentraron a contracorriente por la puerta de salida de las llegadas. Al cabo de unos 20 minutos, sobre las 8.50, Salman volvió a aparecer, esta vez con Bibi y su hijo pequeño de nueve años.

“Azra y su hijo ya están a salvo”, ha celebrado Salman. “Está muy contenta por la ayuda de las autoridades del Pakistán, pero está cansada porque el viaje ha sido largo”. La mujer casi no ha dormido en todo el viaje, admite uno de sus acompañantes. Oculta su pelo bajo una shayla [un velo que se enrosca en el cuello] blanca y baja la mirada todo el rato hasta la salida del aeropuerto.

La policía pakistaní realizó hace unos días un operativo que permitió poner a salvo a Bibi y al menor tras el asesinato de sus hijas Arooj y Aneesa por negarse a continuar con sus matrimonios de conveniencia. La madre estaba en la casa cuando dos familiares mataron a las chicas y fue retenida durante unas horas en el domicilio. Las jóvenes, de 24 y 21 años, se habían casado contra su voluntad con unos primos, pero llevaban su vida lejos de sus maridos, en Terrassa, donde mantenían otras relaciones sentimentales. Su familia entendió su actual estilo de vida como un deshonor, por lo que les tendieron una trampa para atraerlas al Pakistán. Les informaron de que su madre estaba gravemente enferma, y cuando llegaron al domicilio familiar, en Pakistán, las mataron.

“La policía dice que tiene pruebas evidentes sobre el asesinato”, ha explicado Salman. Los agentes arrestaron el domingo 22, dos días después del crimen, a seis personas, aunque consideran que los dos principales sospechosos son Mohammad Hanif —tío de ambas y suegro de Aneesa— y Shehryar Abbas, su propio hermano. “La pena mínima para estos crímenes es de 25 años [de prisión]”, ha remarcado el cónsul, que ha pedido respeto a la privacidad de la familia “tras todo lo que ha pasado”. Bibi residirá a partir de ahora en un piso protegido de la Generalitat, aunque Salman no ha querido ofrecer más detalles de su localización. Cuestionado sobre si viviría en Barcelona o Terrassa, donde vive el padre de las hijas con quien no tiene relación, el cónsul ha sido tajante: “Barcelona”.

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