Los Mossos apuntalan la hipótesis del doble feminicidio en el crimen de Lloret de Mar
El informe policial asegura que el hombre mató a su mujer y a su hija a golpes, las acuchilló y se suicidó
El atestado policial del doble crimen de Lloret de Mar (Selva) recoge que la noche del lunes 18 de abril Sergey P., de 55 años, mató a su hija de 18 y a su mujer de 53 de un fuerte golpe en la cabeza y de varias puñaladas en el cuello. El informe, entregado al juzgado de instrucción 2 de Blanes, sostiene que las manchas de sangre en el chándal del magnate ruso, que se suicidó en una baranda de su jardín, confirman la mecánica del crimen. Según relató el hijo de 22 años que estaba en Francia en el momento de los hechos, su padre estaba muy nervioso, temía que le bloquearan las cuentas a raíz de la guerra de Ucrania.
La investigación refuerza la tesis del doble feminicidio por ello el juzgado de guardia se inhibirá en favor del de violencia machista. En estos momentos se está a la espera de los resultados de los análisis de tóxicos y tejidos que los forenses mandaron a analizar de la autopsia del oligarca, del informe de la empresa de seguridad –tenían alarma pero no cámaras- y del análisis del vaciado de los móviles y aparatos electrónicos que se llevaron de la vivienda del número 28 de la calle Aiguablava, de la urbanización Els Pinars. Por el momento, no se han hallado indicios de que terceras personas entraran en el chalé, si estos análisis tampoco apuntan en esta dirección, se archivará la causa por extinción de la responsabilidad criminal, por muerte del autor, como recoge la ley.
El hijo mayor de la familia, que estudiaba en París y estaba en Francia en el momento de los hechos, explicó a los investigadores que en los últimos meses su padre, un magnate ruso, estaba muy nervioso. Según un comunicado de Novatek, la mayor empresa productora independiente de gas natural en Rusia, Sergey P. fue directivo suyo entre 1997 y 2015. En 2011 su fortuna personal estaba valorada en unos 440 millones de dólares. Según el relato del hijo, el inicio de la guerra con Ucrania hacía temer a su padre posibles sanciones y que le bloquearan sus cuentas y patrimonio.
Precisamente fue el hijo quien sospechó que algo pasaba. La noche antes, su madre le había dicho que le llamaría para recordarle que debía tomar un medicamento. Al no hacerlo, él intentó localizarles sin éxito el martes. Por eso contactó con un socio del sector de la construcción de su padre que se dirigió a la vivienda. Ya desde el exterior, vio a Sergey colgado de una cuerda de una barandilla de obra sobre una de los muros de rocallas del jardín y alertó a la policía. Una vez dentro hallaron los cadáveres de su hija y su mujer, cada una en su cama. Según los resultados de las autopsias, ambas murieron de un fuerte golpe en la cabeza asestado con la parte roma del hacha que les fracturó el cráneo, y de entre dos y tres puñaladas que les cortaron la yugular. Los Mossos creen que las mató mientras dormían y que no fueron conscientes del ataque.
Sergey P. no tenía antecedentes por violencia machista. Él y su mujer eran originarios de Moscú, pero también tenían residencia en Chipre, en Francia y en Lloret de Mar. Sus hijos estudiaban en Burdeos y París y toda la familia era una gran amante del golf y del Pitch & Put, que practicaban en diferentes países. Hacía mínimo 10 años que pasaban vacaciones en Lloret, donde la pareja estaba empadronada.
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