La Generalitat otorga la máxima condecoración al ‘mosso’ que abatió a cuatro terroristas en los atentados del 17-A
Interior concede una medalla con una pensión al “héroe de Cambrils” casi cinco años después
La Generalitat trata de poner remedio al abandono institucional denunciado por el agente de los Mossos d’Esquadra que abatió a cuatro terroristas en Cambrils (Tarragona) durante los atentados yihadistas del 17-A. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha concedido la medalla de oro con distintivo rojo -la máxima condecoración del cuerpo- al policía que ha sido bautizado como “el héroe de Cambrils” y que se encuentra en situación de incapacidad permanente por las secuelas de aquel episodio. La medalla lleva asignada una remuneración económica.
La medalla no ha sido concedida de oficio por el Gobierno catalán sino que fue solicitada por el abogado del mosso, José Antonio Bitos, que destacó su intervención “activa y decisiva en la neutralización de la célula terrorista” que dejó 16 muertos entre Barcelona y Cambrils. En uno de los escritos, el abogado critica la “dejadez” del departamento en la asistencia prestada tanto al “héroe de Cambrils” como a los otros policías que intervinieron en los atentados. El consejero Elena, finalmente, ha decidido firmar la resolución que le concede la medalla “con motivo de incapacidad permanente total derivada de accidente de trabajo en acto de servicio”.
En noviembre del año pasado, después de una larga batalla administrativa y de un periplo de visitas médicas e informes periciales, el mosso logró que un tribunal le reconociera la incapacidad por accidente laboral fruto de una “acción terrorista”. El héroe abandonaba así un cuerpo en el que había permanecido 17 años. Cobrará la remuneración que va aparejada a esta distinción hasta que cumpla la edad legal de jubilación forzosa. En 2017, el “héroe de Cambrils” y otros agentes y mandos de la misma comisaría que participaron en los sucesos de aquella noche ya recibieron una medalla de plata.
La tarde del 17 de agosto de 2017, Younes Abouyaaqoub accedió a La Rambla de Barcelona al volante de una furgoneta y arrolló a decenas de personas. Fue el primer escenario de unos atentados que, por la noche, se desplazaron al paseo marítimo de Cambrils, donde otros cinco terroristas de la célula de Ripoll (Girona) accedieron para sembrar el caos. El mosso condecorado ahora se encontraba junto a la rotonda del club náutico de Cambrils. El Audi negro chocó contra la rotonda y de allí salieron cinco jóvenes; cuatro de ellos se dirigieron hacia la posición del agente, que logró abatirles primero con el subfusil y después con un arma corta.
El suceso dejó profundas secuelas al agente, que fueron reconocidas en los sucesivos informes médicos: ansiedad, trastornos del sueño, pensamientos obsesivos, estado permanente de alerta, etcétera. Trata de mantener el anonimato porque cree que amigos de los terroristas a los que abatió pueden querer vengarse. Su vida familiar también se vio alterada. Y sus intentos por retomar sus funciones como policía fueron infructuosos. Intentó dejar la unidad de seguridad ciudadana y pasarse a medio ambiente, pero la idea no prosperó.
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