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El Govern mantiene el adelanto de curso escolar pese al rechazo de la comunidad educativa

El Consejo Escolar pide una moratoria de un año para debatir el calendario, pero Cambray lo rechaza

El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, antes del pleno del Consejo Escolar de Cataluña, este lunes.
El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, antes del pleno del Consejo Escolar de Cataluña, este lunes.Joan Sanchez

El consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, no da su brazo a torcer y anunció que mantiene el adelanto del curso escolar —las clases empezarán a partir del 5 de septiembre y habrá jornada intensiva el primer mes— pese a la petición unánime de la comunidad educativa, reunida este jueves en el seno del pleno del Consejo Escolar de Cataluña, de atrasar la medida un año para debatirla con calma.

El anuncio del nuevo calendario escolar, el pasado 10 de febrero, sacudió el seno del Consejo Escolar, un organismo tradicionalmente “con buen ambiente” y donde se mantienen siempre “formas muy correctas”, según explican sus miembros. Pero el revuelo no fue por su contenido, sino por las formas. Nadie conocía las intenciones de Educación de adelantar una semana las clases y el calendario siempre se presenta, normalmente en primavera, al Consejo para que emita su dictamen. Las formas del Departamento causaron tanto estupor e indignación en sus miembros que decidieron suspender la reunión del pasado lunes en que formalmente debían debatir el nuevo calendario y solicitaron la comparecencia de Cambray.

La mayoría del Consejo Escolar —el órgano de consulta que debe pronunciarse sobre las nuevas normativas y donde están representados Administración, docentes, familias, sindicatos, patronales— pidió una moratoria de un año para abrir un amplio debate. “Queríamos abrir un debate tranquilo, que se revise el calendario en profundidad teniendo en cuenta los informes que tenemos”, apunta Rosa Villaró, de CC OO.

Pero Cambray rechazó la propuesta porque considera que todavía hay tiempo suficiente para debatir la propuesta. “Hemos hecho lo que dijimos que haríamos”, se justificó. El consejero aseguró que en el seno del Consejo Escolar “ha habido unanimidad en que esta es una propuesta buena para el alumnado” y considera que todavía hay tiempo para llevar a cabo el debate. “Hacemos compatible la toma de decisiones con el debate, el consenso y el diálogo”, añadió.

La comunidad educativa lo acusó de “tergiversar” los hechos. “En el único punto donde ha habido unanimidad es en pedir una moratoria”, terció Jordi de Carreras, de la federación de asociaciones de familias, Affac. Según el representante de las familias, Cambray no justificó la urgencia de aprobar el calendario este curso. “El consejero dice que hay tiempo para debatir, pero después el Consejo Escolar tramitará el dictamen de urgencia, así que en lugar de dos meses tenemos tres semanas para el debate. Se dice una cosa, pero los hechos son otra”. Desde el sindicato Ustec, criticaron la “falta de flexibilidad” y “la incapacidad para dialogar” del consejero.

El Consejo Escolar no es el único molesto por la falta de negociación sobre el calendario. Familias y directores también expresaron su rechazo. Y los sindicatos llevaron su indignación el jueves al Departamento de Educación, donde se concentraron, para posteriormente ocupar su sede y pasar la noche. Los sindicatos lograron reunirse con Cambray, pero tras la negativa de este de retirar el calendario para iniciar un proceso de negociación, anunciaron cinco días de huelga en marzo.

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