La protesta de los taxistas contra Uber complica la circulación en Barcelona

Los taxistas han llegado este jueves ante el Parlament pasadas las 13.00 horas para reclamar a los partidos políticos que “den la cara” en el conflicto que mantienen con Uber y la posible sanción de la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) por una presunta conducta anticompetitiva. Después de una marcha lenta en la que han participado 570 taxis, según datos de la Guardia Urbana, la concentración, que ya ha terminado, se ha situado ante el Parlament y el portavoz de Élite Taxi y Taxi Project, Tito Álvarez, ha asegurado que, junto a representantes del sector en Madrid, se iban reunir este mediodía con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Álvarez ha recordado que la ACCO estudia una sanción de hasta dos millones de euros, por lo que considera que “los grupos parlamentarios tendrían que salir, como hicieron con los Jordis”, en referencia a la sentencia contra los antiguos líderes de Òmnium y la ANC, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. “Queremos que los partidos no se pongan de perfil y se posicionen sobre si es normal que una institución pública venga contra los pequeños autónomos. Que salgan a ver lo que dicen”, ha añadido Álvarez. En todo caso, ha avanzado que las dos asociaciones no pagarán la multa que les puede interponer la ACCO: “Que nos metan cuatro o seis millones de multa, es igual, no los vamos a pagar. Si tenemos que cerrar la asociación y montar un club de petanca, pues lo montaremos”.

Los taxistas han realizado una marcha lenta por las calles de Barcelona este jueves a partir de las 11.00 horas, que ha empezado en el cruce de las calles Diputació con Tarragona, donde han cortado la calzada, para luego dirigirse al Parlament. La marcha ha pasado por plaza Espanya, Gran Via, Balmes, Pelai, plaza Catalunya, Fontanella, Via Laietana, Marquès d’Argentera y paseo Picasso, hasta llegar al Parc de la Ciutadella.

La ACCO decidió incoar un expediente sancionador a estas dos asociaciones por una actuaciones que podría constituir una conducta anticompetitiva que incluiría “actos de boicot, prácticas agresivas y actos de denigración”, según el propio organismo. Considera que estos actos se podrían haber producido incitando a los taxistas asociados a Taxi Project, Élite Taxi y al resto de los taxistas del AMB a que no se adhieran a Uber o a darse de baja del servicio.