El consejero de Salud de Cataluña admite que de haber sabido “cómo era” ómicron no habrían aplicado “estas restricciones”

Las restricciones que funcionaron para las variantes del coronavirus previas a ómicron no han tenido el mismo efecto que con la nueva variante. El consejero de Salud de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha asegurado este viernes que “de haber sabido que ómicron era como era, evidentemente, no tomas estas restricciones”, en relación al toque de queda y a la limitación de las reuniones sociales y la reducción de aforos. El responsable sanitario pronosticó también un cambio de escenario en la gestión de la pandemia a partir de la primavera: reducción del recuento de casos y aislamientos únicamente para aquellas personas con síntomas. “Esta es la previsión si no hay ningún cambio en el virus, aunque tenemos que ser prudentes”, analizó en Rac-1.

Argimon ha defendido la decisión del Govern de aplicar el confinamiento nocturno el pasado 24 de diciembre, a las puertas de Navidad, por la tendencia preocupante en los hospitales y las UCI. “Veníamos de Delta, que estaba ingresando a más de 100 pacientes a la semana y teníamos que frenarlo”. La llegada de ómicron, menos severa en el desarrollo de la enfermedad grave, y la reducción de delta minimizaron el impacto en los hospitales. Cataluña registra actualmente 2.709 ingresados, de los que 500 son críticas, cifras muy similares a las de los últimos días, a pesar de los contagios récord: 222.000 en los últimos siete días. “De cada 1.000 infectados con ómicron, 0,6 acaban en las UCI, mientras que con delta la cifra era de cuatro hace dos meses”.

El consejero, en todo caso, no ha aclarado por qué el Govern mantiene de momento la mayoría de las restricciones que, con perspectiva, no habría aplicado, aunque tampoco se le ha preguntado al respecto. La Comisión Delegada del Govern en materia de covid levantó únicamente el confinamiento nocturno y volverá a reunirse el próximo lunes para decidir los siguientes pasos de la reapertura.

La relativa contención de la pandemia en los hospitales, de los que muchos deben desprogramar parte de su actividad para combatir la covid, lleva al Departamento a interpretar que la gestión de la crisis sanitaria cambiará a partir de la primavera. “En abril espero que la situación sea distinta”. Por entonces, gran parte de la población habrá pasado la infección y seguirá protegida por la vacuna. “Si la enfermedad es como ahora, fundamentalmente leve, tiene poco interés contar caso a caso”, ha resaltado Argimon. El sistema de salud dejará de hacer pruebas ante cada caso sospechoso o contacto estrecho, ha afirmado el consejero, y la vigilancia epidemiológica se canalizará a través de la recogida de muestras a entre 300.000 y 500.000 personas, para ver qué virus circulan en cada momento.

Argimon también ha previsto que las actuales cuarentenas decaigan en marzo incluso entre los infectados asintomáticos, y que la gestión sea similar a la de la gripe: si alguien es positivo y tiene fiebre o malestar, la recomendación seguirá siendo quedarse en casa y, si la situación empeora, consultar al CAP, pero sin un protocolo de confinamientos.

Los casos por covid siguen aumentando, y Cataluña cifró otro récord semanal, 222.000 casos. El incremento de contagios, la mayoría con síntomas leves, sigue impactando en los ambulatorios, que registran un número similar al de la semana pasada, con casi 440.000 visitas relacionadas con la covid.