La Generalitat vuelve a rebajar el IRPF a las rentas más bajas para sortear el fallo del Constitucional que anuló la bonificación del 2020

El Govern rebajará el impuesto de la renta (IRPF) a los contribuyentes que cobren menos de 35.000 euros brutos anuales a través de una modificación de los tramos, en un intento de sortear la sentencia del Tribunal Constitucional que anulaba la bonificación aprobada en 2020. Junts y ERC presentarán una enmienda conjunta en el Parlament a la ley de Medidas Fiscales y Financieras, con la intención de que el grupo de los comunes la respalde. Esto supone en realidad crear un nuevo tramo del impuesto: las personas con bases imponibles hasta los 12.450 euros pasarán a gravar el 10,5%, frente al 12% actual.

Esa franja de contribuyentes será la más beneficiada por la medida, aunque el cambio ha obligado al Departamento de Economía y Finanzas a reformular la mitad de los tramos autonómicos del IRPF, que en la práctica tendrá efectos sobre aquellas bases imponibles de hasta 33.000 euros. Los contribuyentes con bases imponibles de entre 12.450 y 17.707 pagarán un 12% (igual); hasta 21.000 euros, un 14% (igual); y hasta 33.007 euros, un 15% (un punto porcentual más). Fruto de las modificaciones de tipos, la franja entre 33.007 y 53.407 euros pagarán ligeramente más impuestos: el tramo autonómico saltará del actual 18,5% al 18,8%. A partir de ahí todo seguirá invariable.

El consejero de Economía y Finanzas, Jaume Giró, ha afirmado que la medida afectará “a más gente” que las 205.000 personas que salían beneficiadas de la medida de 2020, que este ejercicio ya no se podrá aplicar por el fallo del Constitucional. Según el consejero. La medida podría tener efectos sobre el 80% de los 3,4 millones de contribuyentes catalanes, si bien también ha subrayado que sobre una gran mayoría “el efecto será neutro”. El impacto sobre las arcas autonómicas será de 19 millones de euros, una cifra superior a la aprobada en 2020.

Con la nueva fórmula el Govern pretende blindarse ante nuevos fallos judiciales, ya que la ley sí permite a las comunidades autónomas fijar sus propios tipos impositivos. En la anterior medida, el ahorro para los contribuyentes se lograba elevando el mínimo personal y familiar del contribuyente (de 5.550 a 6.105 euros) si las bases liquidables general y del ahorro superaban los 12.450 euros anuales. La Generalitat calculó que la medida tendría un impacto de 12 millones de euros sobre las cuentas autonómicas.

En todo caso, aquellos que se beneficiaron de la medida en 2020 verán cómo, tras quedar esta anulada, tendrán que pagar de promedio más impuestos este año. A partir de 2022 se volverá a la situación previa.

El cambio de tramos autonómicos será solo una de las modificaciones fiscales que el Govern pretende introducir el próximo año a través de la ley de Acompañamiento de los Presupuestos. Otra es la modificación de la deducción por alquiler de la vivienda habitual, que aumenta la bonificación para familias monoparentales. Hasta ahora podían deducirse únicamente 150 euros, mientras que el tope para el resto de familias se situaba en los 300 euros (con un máximo del 10%). Asimismo, las familias monoparentales también podrán deducirse en el IRPF 300 euros en el caso de nacimiento o adopción de hijo.

Respecto al impuesto sobre emisiones de CO₂ para vehículos, la Generalitat prevé crear otro supuesto de excepción: no tendrán que abonar el tributo los titulares que soliciten la baja del coche cuando lo quieran retirar temporalmente de la circulación; tampoco cuando un arrendador vea cómo su contrato de alquiler expira.

En el impuesto de Sucesiones se asimilará a las personas que han estado en acogida como hijos.