Un preso arranca parte del dedo de un mordisco a un funcionario en la cárcel de Quatre Camins

Un preso en aislamiento en la cárcel de Quatre Camins (Barcelona) agredió este martes a tres funcionarios y mordió a uno arrancándole parte del dedo gordo de la mano izquierda y como consecuencia le arrancó la falange. Fuentes del departamento de Justicia han explicado que el hecho ocurrió sobre las 16.45 horas del martes, mientras los trabajadores cambiaban al preso a otra celda del régimen de aislamiento. Funcionarios de prisión han protestado ante el edificio del departamento por las “continuas agresiones” recibidas. Por su parte, La consejera de Justicia de la Generalitat, Lourdes Ciuró, ha anunciado este miércoles que su departamento está revisando la circular que desde mayo limita las contenciones de funcionarios a presos, y ha explicado que la semana que viene enviará su propuesta a los sindicatos del sector para lograr una norma “consensuada”.

Los trabajadores pidieron ayuda a más funcionarios para reducir al agresor, pero a pesar de eso uno recibió el mordisco, que le hizo perder la parte superior del dedo, en la zona de la uña. El funcionario fue atendido por los servicios médicos de la cárcel y después por la mútua profesional. La consejería ha detallado que el preso tenía una condena de dos años y que anteriormente había agredido a otro interno, aunque no a funcionarios, y que por eso estaba en aislamiento. El Departamento prevé abrir una información reservada sobre el caso y también denunciar al agresor por la vía judicial.

Crítica de los sindicatos

A raíz del incidente, Comisiones Obreras ha reprochado la “falta de análisis y actuación de los equipos directivos” de las prisiones para evitar agresiones como esta, que según el sindicato se repiten reiteradamente, en sus palabras. El sindicato UGT Prisiones ha anunciado en un comunicado que unos 50 funcionarios se han encerrado en la sede de Justicia por las “continuas agresiones” a los trabajadores de prisiones. Por su parte, Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha detallado que el funcionario llevaba puesto un guante de protección y ha valorado que “esta y todas las agresiones se habrían podido evitar si los responsables del centro hubieran tomado las medidas de seguridad oportunas para frenar las continuas muestras de violencia”.