Los empresarios cargan contra Aragonès y Colau por falta de ambición y alertan de una “decadencia inexorable”

La sensación de que Cataluña y Barcelona en particular están perdiendo oportunidades de crecimiento es una preocupación creciente de los empresarios. Tras una década dominada por el procés y el conflicto político, el sector privado creía que la calma auspiciada por los indultos y un nuevo gobierno en la Generalitat serían el mejor escenario para volver a la senda de crecimiento una vez superada la crisis sanitaria. Pero el fracaso de la ampliación del aeropuerto de El Prat ha hecho saltar las alarmas. El Círculo de Economía de Barcelona ha alertado este miércoles de que “la apología del decrecimiento es una irresponsabilidad” y ha criticado a Generalitat y Ayuntamiento por no tener ambición. Les reclama una estrategia compartida para generar progreso económico, pero la nota de opinión del club empresarial incluye dos avisos: de este modelo no se puede excluir a la iniciativa privada ni se puede dar la espalda a España, “el único Estado realmente existente que tenemos los catalanes”.

La institución empresarial que preside Javier Faus se reivindica en su nota “profundamente optimista”: “Tenemos las mejores herramientas para aprovechar las oportunidades que nos ofrece la economía del siglo XXI”. Pero rechaza ser “autocomplaciente”, y ello se percibe ya desde el inicio del texto. “Ni Barcelona ni Cataluña disponen de un modelo de prosperidad compartido y que tenga la complicidad de todos los agentes”, algo que, según el Círculo, puede “poner en riesgo el futuro de todos” y desembocar en una “espiral de irrelevancia económica, de decadencia lenta pero inexorable”.

Este aviso llega después de que constatar que en la última década “se han perdido muchas oportunidades” y que la estabilidad política que ha venido con los indultos no ha sido aprovechada por las dos principales instituciones de Cataluña. El Círculo acusa a Generalitat y Ayuntamiento de tener un modelo de desarrollo económico “fuertemente ideológico, con falta de pragmatismo” y que genera confrontación. Los empresarios consideran que las decisiones de las instituciones se toman solo para satisfacer intereses electorales o a corto plazo, para contentar a los extremos y dejando de lado a la iniciativa privada, “o directamente yendo en su contra”.

Como ejemplos a seguir, el Círculo destaca Alemania, Holanda, Portugal o la ciudad de París. En el primero, la victoria de Olaf Scholz en las elecciones y la necesidad de gobernar en coalición aseguran que el país continuará gobernado “desde la centralidad, sin que los extremos minoritarios lo condicionen”. La defensa de Alemania de su industria exportadora, su retención del talento y la ambición para afrontar los retos del crecimiento (la nota menciona la autorización para instalar una fábrica de Tesla cerca de Berlín) son elementos que, según el Círculo, Cataluña debería tomar como ejemplo. Sobre Holanda, la nota destaca el consenso para ampliar el puerto de Rotterdam pese a afectar áreas de la Red Natura 2000, la misma que queda afectada por el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat. Y sobre París y Portugal, resalta la apertura hacia el turismo de calidad y hacia la innovación tecnológica empresarial con modelos fiscales atractivos.

Por todo ello, el Círculo identifica cinco ámbitos en los que considera imprescindible tener un consenso entre las instituciones y con la iniciativa privada, acuerdos a los que, según la nota, no pueden renunciarse “por miedo a asumir riesgos políticos”. El primero es rediseñar el modelo turístico. Aquí el Círculo critica los obstáculos que ha puesto el Ayuntamiento de Ada Colau a la apertura de nuevos hoteles en la ciudad, y carga contra la gestión municipal, a la que hace responsable de no combatir la inseguridad ciudadana, el “deterioro alarmante del espacio público” o los actos vandálicos. También critica la reforma urbanística “sin suficiente debate sobre el modelo y estéticamente discutible”. Todos estos factores, según la institución que preside Faus, no ayudan a atraer “comportamientos cívicos y visitantes de más calidad”.

Es en este punto en el que el Círculo lamenta el bloqueo del proyecto de ampliación de El Prat. “Todas las administraciones tienen la responsabilidad de trabajar para que la ampliación del aeropuerto sea una realidad. No hacerlo es una vez más una irresponsabilidad”, zanja la nota, que considera indiscutible el consenso a favor de una ampliación que minimice el impacto ambiental, y ve con buenos ojos los planteamientos alternativos que se han defendido recientemente.

Los otros sectores estratégicos según el Círculo son: la digitalización, la investigación y la innovación científica y tecnológica (lastrada, según la nota, por una fiscalidad que no ayuda a retener ni atraer talento); la transición a un modelo energético nuevo (en este punto, el club empresarial pide un consenso para las energías renovables); el sector de las ciencias de la vida y la salud; y el impulso a la industria. Sobre este último ámbito, el Círculo celebra el trabajo generado en la mesa sobre la reindustrialización de la planta de Nissan, y lo defiende como el modelo de colaboración público-privada a seguir en todo el tejido industrial. Reserva aquí una crítica al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, por el plantón al presidente de Volkswagen el pasado mes de marzo, “por razones estrictamente políticas y no de estrategia de país”.

En sus conclusiones, el Círculo reclama a las dos instituciones ambición, realismo, consensos amplios y valentía para buscar un modelo de crecimiento, ya que, avisa, “la alternativa es el inmovilismo, el bloqueo permanente que condena a la decadencia y la irrelevancia.