Barcelona destina 37 millones para rehabilitar 15.000 pisos

El Ayuntamiento de Barcelona espera que la nueva convocatoria de ayudas a la rehabilitación, dotada teste año con 37 millones, sirva para dinamizar el sector y que se lleguen a rehabilitar unas 15.000 viviendas. No son muchas, aproximadamente un 3,5% de todas las que necesitan una puesta al día en una ciudad con un 65% de pisos construidos antes de la década de los setenta: “Lo importante es tener un ritmo constante”, en palabras de Lucía Martín, regidora de Vivienda y Rehabilitación del Consistorio barcelonés.

Para que esas cifras se consigan también hará falta que el sector de la construcción, con más querencia a la obra nueva, se apunte a esa política y que “la Administración facilite las cosas” en opinión de la decana del Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC), Assumpció Puig. Consistorio y colegio profesional presentaron este miércoles la convocatoria de este año de ayudas a la rehabilitación que casi duplica los 20 millones destinados al mismo fin en 2020 y que se dispusieron en su totalidad aunque la ejecución real necesite dos años.

Los cálculos que hace el Consistorio es que por cada euro público que se invierte en rehabilitación el sector pone otros tres, de ahí que el impacto real de las ayudas lo calculan en 111 millones de inversión privada y una creación de unos 6.200 puestos de trabajo generado por pequeñas y medianas empresas.

Las ayudas de este año darán la máxima puntuación a las rehabilitaciones de mejora energética que es el aspecto central para optar a los fondos europeos Next Generation destinados a la recuperación económica tras la pandemia. Aunque se desconoce las exigencias concretas de esos fondos en materia de rehabilitación, el Ayuntamiento calcula que las intervenciones que supongan un 30% de reducción de demanda energética serán candidatas a financiarse con los fondos europeos.

Se incluirán mejoras en patologías que puedan tener los edificios, de problemas estructurales y de habitabilidad encaminadas a la reducción de la demanda energética que hoy por hoy es muy alta: “Representa un consumo del 35%, por detrás de la industria”, según precisó el regidor Eloi Badia. El impacto en la reducción del consumo de energía es diverso en función de lo que se haga, si se trata de aislamiento de fachada, renovación de ventanas o placas solares, y puede oscilar entre un 10% si es una rehabilitación parcial o un 25% o 30% si la renovación es total, según el COAC.

En rehabilitación vamos por detrás de los parámetros de la Unión Europea y hay mucho que trabajar”, apuntaba la decana de los arquitectos, un sector muy involucrado en esa tendencia y que demanda, eso sí, más agilidad por parte de la Administración, como la creación de una ventanilla única. Desde la organización colegial se añade, además, que las intervenciones en la rehabilitación tienen un impacto directo en múltiples sectores profesionales. La convocatoria de este año incorpora ayudas para familias y comunidades en riesgo de exclusión social y con programas dirigidos específicamente a barrios como Canyelles y el Besòs, especialmente vulnerables. La mayor parte de las ayudas públicas, 21 millones, se destinarán a la rehabilitación de los elementos comunes de los edificios.