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Las Terres de l’Ebre recuperan los correbous pese a la covid

Los peñistas adaptan los festejos a la covid y los animalistas critican que los toros sigan recibiendo apoyo público

Correbous en Santa Barbarà.
Correbous en Santa Barbarà.Josep Lluis sellart
Marc Rovira

El repunte de los contagios por la covid pone en jaque a eventos que llevaban meses preparándose, entre ellos, las fiestas mayores que muchos ayuntamientos habían programado coincidiendo con el verano. Verbenas llamadas a ser una celebración y un hermanamiento vecinal, tras una larga época de recogimiento y de angustias por la pandemia, quedan en suspenso porque el virus no se rinde y su resurgimiento en forma de quinta ola trastoca los planes. Sin embargo, no todas las citas festivas lo sufren de igual forma. Las Terres de l’Ebre recuperan los correbous pese a las restricciones por la pandemia. “Habrá menos actos, pero los ha habido y los seguirá habiendo, claro que sí”, dice Santi Albiol, presidente de la Agrupación de peñas y comisiones taurinas.

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Antes del coronavirus se organizaban unos 450 actos con toros, contando correbous, embolats, capllaçats, recortadores y encierros. Los taurinos no se atreven a concretar cuantos eventos se podrán realizar este año, pero tienen claro que la oferta será menor. Los correbous de l’Ampolla, después de Sant Joan, marcaron el tímido arranque de la campaña. Fueron unas fiestas con menos seguimiento que años anteriores y que quedaron manchadas por la violenta cogida que sufrió un hombre de 30 años, herido de gravedad.

Los animalistas confían en que hay pueblos que ya no harán actos taurinos

Tradicionalmente, la temporada solía empezar antes, con festejos en Aldover, Mas de Barberans o Alcanar, pero la incertidumbre por las decisiones del Procicat demoró este año el estreno. “L’Ampolla fue el principio a partir del cual los pueblos van a ir programando actos con bous”, vaticina Albiol. Este fin de semana hay vaquillas y bou embolat en Santa Bàrbara. Será una fiesta con filtros.

“Los ayuntamientos y organizadores tenemos que cumplir las medidas que se exigen para que pueda haber público”, manifiesta el portavoz de las peñas taurinas. Y apunta que los tradicionales recintos taurinos, un descampado rodeado de carros y carretas que cumplen las funciones de gradería, se sustituyen este año por plazas portátiles, donde es más sencillo controlar el aforo y evitar las aglomeraciones. “Se exige la mascarilla, el gel hidroalcohólico y que las entradas y salidas de gente se hagan de manera ordenada y sin acumulaciones”. El cambio ha tenido un efecto inmediato en la preparación de los correbous: “Los costes se han encarecido”, señala el representante de las peñas taurinas.

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Aïda Gascón, de la entidad proteccionista Animanaturalis, replica que este año “están cobrando entrada para acceder a las plazas”. Los colectivos contrarios a los correbous critican que haya ayuntamientos que sigan dedicando recursos y dinero a las fiestas populares con vaquillas. La asociación Tots Som Poble, de Amposta, lamenta que el paréntesis pandémico del año pasado no sirviera para impulsar una reinterpretación de las fiestas mayores en las comarcas del sur. “La tortura no es cultura”, es uno de los lemas del colectivo, que trata de concienciar en un territorio donde los bous están muy arraigados a la tradición festiva.

Aïda Gascón confía en que el frenazo pandémico suponga un punto de no retorno. “Habrá pueblos pequeños que ya no volverán a organizar más actos con toros porque les resultaba una incomodidad hacerlo”, afirma. Santi Albiol lo niega: “Lo único que se deja de hacer son algunas modalides, como el capllaçat, porque se hace difícil controlar las aglomeraciones””. El bou capllaçat consiste en atar el toro a una soga y conducirlo al trote por las calles del pueblo.

“Las plataformas antitaurinas seguirán tratando de acabar con nosotros, pero tanto los organizadores como las asociaciones de peñas estamos dejando clara nuestra predisposición a hacer las cosas bien, y lo estamos haciendo bien”, defiende Santi Albiol. El colectivo Animanaturalis ha anunciado que seguirá acudiendo a los correbous para grabar los festejos y controlar que no se incurra en ningún maltrato animal. “Además, este año denunciaremos cualquier infracción de la normativa covid”, advierte Aïda Gascón.


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