Sala Barcelona presenta su tercera edición con 38 conciertos en julio y agosto

La colaboración del Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASSAC) ha permitido que el ciclo Sala Barcelona retorne a la cartelera musical veraniega de la ciudad. En esta tercera edición, la segunda, la otoñal, quedó casi frustrada por un pico de la pandemia, la gran novedad es que se desarrollará en julio en 18 pequeñas salas, mientras que en agosto volverá al castillo de Montjuïc. Entre las salas y el castillo se podrá asistir a un total de 38 conciertos en los que actuarán casi 70 grupos.

Otra novedad de la edición es que, según señaló Carmen Zapata, gerente de ASSAC, “dado que se puede viajar y la escena local ya está muy representada en los carteles del resto de festivales y programaciones, hemos invitado a artistas de fuera de Cataluña para así romper esta endogamia pandémica”.

De esta manera, grupos como Axolotes Mexicanos, que no son mexicanos sino asturiano-madrileños, los donostiarras Niña Coyote eta Chico Tornado, las madrileñas Ginebra o el grupo pamplonica Kokoshca forman entre otros, parte de una programación que también incluye a los locales Joan Colomo, The Gramophone Allstars Big Band, Ikram Bouloum y Mujeres, grupo que pese a su nombre está formado por 3 varones.

Pese a este último dato, la programación es paritaria. Y si estos nombres son parte de los 45 conjuntos que actuarán en el castillo de Montjuïc en agosto, cada una de las salas ha montado una programación acorde a su personalidad que ocupará el mes de julio. Todo ello con un presupuesto de 200.000 euros que según Dani Granados, Delegado de Derechos Culturales del Ayuntamiento de Barcelona (y músico de bandas de rock) “pretende ayudas a un sector en situación crítica, estimular a las salas de conciertos como ejemplo de cultura de proximidad y garantizar unas praxis de contratación adecuadas”.

Los conciertos, a menos que las normas se vayan relajando, tendrán formato teatro, con sillas, grupos de hasta seis personas, garantía de distancia social y barras abiertas. Las salas podrán ocupar un 23% de su aforo, mientras que el castillo acogerá como máximo a 400 personas. En la presentación del ciclo Carmes Zapata reiteró la importancia de disponer de un nuevo plan de usos de las salas, todavía englobadas en el epígrafe de actividades recreativas “si esto no cambia y se busca un paraguas cultural, seguirán existiendo movimientos especulativos para comprar salas en traspaso y destinarlas no a conciertos sino a otros fines”. Las entradas para el ciclo ya están a la venta entre 10 y 18 euros.