El promotor del Hermitage ultima las reclamaciones ante la oposición de Colau
Presentará un recurso de reposición a la espera de una respuesta municipal y si no hay cambio de posición irá a los tribunales
Los promotores del museo Hermitage preparan su respuesta judicial a la oposición del Ayuntamiento de Barcelona al proyecto. Sus asesores jurídicos trabajan en la presentación de un recurso de reposición que, salvo cambios, se tendría que presentar antes de finales de este junio. Esa impugnación era un último intento para que el Gobierno de Ada Colau cambie de opinión y acuerde un convenio con la Autoridad Portuaria de Barcelona, tal y como plantea el plan especial de la nueva bocana. Si no se da ese paso o no se permite tirar adelante el proyecto sin el convenio, se abriría la vía del contencioso-administrativo, que previsiblemente se iniciaría en octubre.
Los inversores del Hermitage, con mayoría del fondo de inversión suizo-luxemburgués Varia, consideran que el hecho definitivo se produjo el 28 de mayo, cuando una Comisión de Gobierno municipal anuló la autorización y reclamó la presentación de un nuevo proyecto, más de dos años después de que fuera presentado el proyecto museístico que se tenía que encajar en un edificio diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito.
Tal y como suponía el PSC cuando intentó mediar entre los impulsores del museo en el puerto y los concejales de Barcelona en Comú, la judicialización del proyecto amenaza con paralizar la definición de los espacios de la nueva bocana del puerto en los que está autorizada por parte de la Autoridad Portuaria la instalación de la franquicia del Hermitage.
Entre el inicio del contencioso y su última fase en el Tribunal Supremo podrían pasar seis años, a los que se podrían añadir otros dos más hasta la ejecución de la sentencia. Los promotores consideran que la indemnización que tendría que afrontar el Ayuntamiento de Barcelona podría alcanzar los 100 millones en concepto de daño emergente y lucro cesante. El primero obedece a la inversión realizada hasta ahora y el segundo a los recursos que los inversores preveían ingresar y ganar en su proyecto original.
Formalmente, los promotores del proyecto del Hermitage trabajan con el Liceo para intentarlo sumarlo al proyecto y acercar posiciones con el Gobierno municipal. El teatro de La Rambla lleva años buscando un emplazamiento posible para desarrollar en mejores condiciones su programa educativo que se ve limitado por la actividad de la sala grande y los ensayos de las funciones de ópera y el puerto ha pedido adaptar esas necesidades al proyecto del Hermitage para tratar de convencer al Ayuntamiento.
El teatro busca un espacio con unas 900 butacas para que sirva, también, para desarrollar otras actividades, una de las más importantes un proyecto creativo de ópera contemporánea en el que se pueda experimentar con nuevos formatos y escenografías. También sería el espacio para programar más danza, al margen de los títulos que se incluyen en las temporadas, y ópera de cámara, además de otros géneros, desde zarzuela a conciertos acústicos. Por eso, las necesidades que tiene el Liceo van más allá, estrictamente, de una sala de dimensiones adecuadas y requiere de más espacios. La posibilidad de ubicar ese segundo equipamiento del Liceo en territorio del puerto ha sido la última, pero no la única. El teatro exploró en época de Josep Caminal la opción de El Molino y más recientemente la del Teatro Principal. La propuesta de un nuevo emplazamiento deberá ser refrendada por las administraciones de la Fundación del Liceo. Y otro hándicap, el económico, porque el teatro no está en condiciones de inversiones para nuevos edificios.
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