Seis años de cárcel para una mujer que amputó la lengua a su pareja de un mordisco
Los jueces condenan a la mujer por causar las lesiones tras una discusión y absuelven al hombre
Una mujer ha sido condenada a seis años de cárcel por amputar, de un mordisco, la lengua de su pareja tras una discusión en la casa donde vivían, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). La Audiencia de Barcelona concluye que la mujer mordió al hombre de forma “consciente y deliberada” y le arrancó el tercio anterior de la lengua, que escupió al suelo. La sentencia le impone además el pago de una indemnización de 67.210 euros por las secuelas.
Los magistrados admiten que no han podido determinar, con todo lujo de detalles, lo que ocurrió en la vivienda de Vilanova la noche del 26 de junio de 2016. Sobre todo porque las versiones de los dos acusados —el hombre ha sido absuelto de la agresión denunciada por ella— dieron versiones completamente opuestas. Todo empezó por un arroz que la mujer había cocinado. El hombre hizo un comentario que a ella no le gustó y arrojó el plato con furia contra el horno, donde se estaba cocinando un pollo.
Las versiones, a partir de aquí, difieren en lo esencial. Según el relato de la mujer, al que la sala no otorga credibilidad, el hombre la agarró del cuello y la retuvo. Ella, no obstante, se marchó a la calle y regresó después a cargar el teléfono de móvil. Según el hombre, que había sido su profesor de pilates, ella se marchó voluntariamente a la calle y, al regresar, se besaron. Cuando él introdujo su lengua en la boca de ella —la sentencia considera que tuvo que ocurrir de ese modo— ella le mordió, hizo tracción y le arrancó un trozo de lengua que arrojó al suelo. Después se marchó mientras el hombre, desangrándose, pidió ayuda a un vecino.
En el juicio, la mujer alegó que le mordió sin querer y que cerró la boca de forma “involuntaria”. “No hice mucha fuerza”, dijo en una narración que no ha creído la Sección 20ª de la Audiencia de Barcelona. La mujer presentaba pequeños eritemas en la zona del cuello y del brazo que, según la sentencia, fueron fruto de los intentos del hombre por liberarse del mordisco.
El hombre, defendido por el abogado Pepe Rey, ha sufrido una alteración de su aspecto físico por la amputación: la lengua, recuerdan los magistrados, “es visible a la hora de comer, hablar o gestualizar”, razona la sentencia. La sentencia, que prohíbe a la mujer acercarse a menos de 500 metros del hombre, ve probado que ha sufrido la “pérdida parcial del sentido del gusto para dulce y salado”, que tiene dificultad para articular algunas palabras y que padece estrés postraumático.
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