Colau exige al propietario de las oficinas vacías de las Tres Xemeneies del Paral·lel que haga pisos asequibles
El Ayuntamiento y Conren Tramway aceleran las conversaciones para desencallar la reforma del espacio
Los edificios de oficinas que hay en las Tres Xemeneies, en el Paral·lel de Barcelona, siguen vacíos desde que en 2012 se marchó Fecsa Endesa. Con una calificación urbanística vinculada al sector de la energía, una ubicación estratégica y una superficie de 23.000 metros cuadrados, en 2017 los compró la empresa Conren Tramway. La firma es propietaria también de la antigua fábrica Mercedes, donde junto al Ayuntamiento acaba de presentar el proyecto de un mini barrio. Conren Tramway quiere mantener el uso de oficinas, pero necesita una modificación del planeamiento por parte del Consistorio. Las partes tienen interés en desencallarlo y las conversaciones se han acelerado.
La cuestión está en que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau pide compensaciones antes de aprobar una recalificación para cambiar los usos a la propiedad, que compró el suelo a un precio inferior al que acabará teniendo. “Cualquier otro uso implica un incremento muy sustancial del valor del suelo”, dijo la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, en el pleno municipal del pasado viernes.
Sanz enmarcó el proyecto que se acabe realizando en los edificios hoy vacíos en la “activación de este espacio de la ciudad, desde la perspectiva del Paral.lel y el barrio del Poble Sec”, en referencia al degradado parque de las Tres Xemeneies, donde hay problemas de convivencia. “La recalificación desde la administración debe tener un retorno clarísimo”, dijo, y entre las “contrapartidas” que el ejecutivo exigirá citó la mejora del espacio público, vivienda asequible y cultura.
”No haremos un pelotazo”
”Estamos dispuestos a avanzar en cambios de calificación cuando la ciudad gane, no a cualquier precio. El espacio necesita la transformación para promover una mejor convivencia y espacio público, vivienda asequible para el entorno y más cultura”, dijo en respuesta a una pregunta de la concejal Eva Parera (Barcelona pel canvi). Y zanjó: “No haremos un pelotazo, en las Tres Xemeneies haremos una actuación que beneficie a la ciudad, cuando presente un proyecto en este sentido, se tramitará”.
Fuentes de Conren Tramway indican que “la empresa compró los edificios para mantener el uso de oficinas y tiene un proyecto para integrar mejor el conjunto al barrio”. “Hay conversaciones”, añaden si entrar en detalles, aunque precisan que del diseño del proyecto se ha encargado el despacho Batlle i Roig.
Las antiguas oficinas, que la propiedad ha vaciado de instalaciones y ha desmontado las cristaleras de la fachada en vistas a la reforma, podrían albergar a 2.300 empleados. Es una pieza que en el mercado tendría mucho valor. Podría ser, aseguran fuentes del sector inmobiliario, sede de alguna empresa.
”Reabrir oficinas”
Desde Barcelona Global, que incluyó el conjunto en un listado de edificios vacíos desde hace años, su director general, Mateu Hernández, pide a Colau que mande “el mensaje a los promotores y propietarios de que se lo pondrá fácil para que salgan proyectos adelante”. “El Ayuntamiento debe lanzar el mensaje de que es necesario reabrir oficinas en el centro para reeconomizarlo”, y señala “edificios tanto públicos como privados”.
Desde la Coordinadora de Entidades del Poble Sec, su presidente Antoni Reig, exige “la mejora de la plaza, uso para el edificio que de vida al entorno” y rechaza “un pelotazo”. La plataforma Recuperem les Tres Xemeneies, exigió en un manifiesto, antes de las últimas elecciones, detener el cambio de usos y convertirlas en un equipamiento comunitario y vivienda pública.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.