La producción de vacunas contra la covid en Cataluña estimula la industria biomédica
Las farmacéuticas Reig Jofre e Hipra prevén fabricar 250 y 400 millones de dosis anuales de dos fármacos contra el coronavirus
La pandemia de coronavirus ha revolucionado la industria biomédica en Cataluña. Mientras la crisis económica avanzaba a la par que la sanitaria en la inmensa mayoría de los sectores económicos, la inversión en las empresas del sector salud en Cataluña ascendió a 226 millones de euros en 2020, el doble que en el 2018. Y la tendencia apunta al alza. Las compañías biomédicas también se han volcado para atajar el virus y, además de probar fármacos y desarrollar pruebas diagnósticas, ya hay dos farmacéuticas que producirán vacunas en sus fábricas de Cataluña: por un lado, Reig Jofre ha llegado a un acuerdo con Janssen para producir su preparado, a razón de hasta 250 millones de dosis anuales, y también la compañía Hipra tiene en ensayos clínicos su propia vacuna, de la que podría fabricar 400 millones dosis al año. La patronal del sector, CataloniaBio & HealthTech, ve estas iniciativas como un revulsivo para aumentar la inversión y retener talento en la industria.
En España hay, al menos, cuatro compañías, según Farmaindustria, que han firmado acuerdos de colaboración para participar en la producción de vacunas que ya están aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) o en fases muy avanzadas del ensayo clínico. Así, la gallega Biofabri, del grupo Zendal, ha llegado a un acuerdo para producir la de la compañía americana Novavax —todavía en revisión por la EMA—; también los laboratorios Rovi participarán en la producción de las vacunas de Moderna e Insud Pharma ha acordado con AstraZeneca hacerse cargo de la fabricación de los viales de su vacuna. La cuarta compañía española es Reig Jofre, que ha acordado con Janssen empezar a producir su vacuna a finales de junio en su planta de Sant Joan Despí (Barcelona). “Reig Jofre realizará la formulación final de la vacuna a partir del antígeno, la dosificación en viales con las dosis exactas para uso por parte de los profesionales sanitarios, el envasado aséptico final (viales etiquetados, en sus cajas y con su prospecto) y los controles de calidad requeridos para ser distribuido por Janssen a nivel mundial”, señalaba la compañía catalana en un comunicado.
Pero además de Reig Jofre, la compañía Hipra, especializada en el desarrollo de vacunas animales, también tiene en marcha su propia vacuna. “Empezamos a trabajar en ella hace un año. Hicimos una prueba de concepto y los resultados fueron muy buenos. Vamos a empezar en junio la fase I y la fase II-A, para ver cuál es la dosis con la que se generan suficientes anticuerpos. Es la primera vacuna contra la covid de proteína recombinante, que es otra plataforma diferente”, explica Toni Maneu, director de la división de Salud Humana de HIPRA. La compañía asegura que, si todo sale según lo previsto y la EMA aprueba su vacuna, están condiciones de producir y comercializar 24 millones de dosis mensuales durante el último trimestre del año y escalar la producción a 400 millones en 2022. “En 2023 podríamos llegar a producir hasta 1.200 millones de dosis. El riesgo de que salga mal siempre existe en cualquier fase clínica, pero estamos ante una tecnología que conocemos y los estudios preclínicos son muy buenos. Estamos seguros de que vamos a sacar muy buenas vacunas antes de que acabe el año”, zanja Maneu. El fármaco se podría conservar a entre dos y ocho grados de temperatura, lo que facilitaría su almacenamiento y distribución.
Las dos iniciativas catalanas suponen, según la patronal del sector, un espaldarazo a la industria de la salud en Cataluña. “El hecho de que una de las tres vacunas más importantes actualmente, como es la de Janssen, se produzca aquí nos coloca en el mapa mundial. Y que estas dos farmacéuticas produzcan estas vacunas también nos ayuda a atraer talento y a formarlo a nivel local”, valora Judit Anido, directora general de CataloniaBio & HealthTech. Anido reclama, no obstante, “apoyo” para retener ese talento: “Todo esto nos da la oportunidad para adquirir conocimiento, tecnología y talento para producir vacunas, pero también podemos usar esas capacitaciones para otras terapias y para reforzar el sector y las infraestructuras sanitarias. Lo importante es dar abono y gasolina para que pueda desarrollarse todo eso porque también es una apuesta a medio y largo plazo”.
La patronal asume que el sector de la salud, cuya actividad supone ya el 7% del PIB de Cataluña y da empleo a más de 42.000 personas, seguirá creciendo en los próximos años. “Cataluña tiene un nivel de investigación excelente en publicaciones científicas y captación de recursos europeos, al nivel de otros países del entorno, como Dinamarca o Austria. Todo lo que se está haciendo ahora nos ayuda a reforzar la industria de la salud y convertirnos en un sector estratégico y crítico. La tendencia de los últimos cinco o 10 años seguirá al alza en facturación, inversión y puestos de trabjo”, resume Anido.
Desarrollo de fármacos y técnicas diagnósticas contra la covid
Aparte de las vacunas, la directora general de la patronal CataloniaBio & HealthTech, Judit Anido recuerda que hay otras iniciativas en marcha en Cataluña para combatir la covid, como el desarrollo de fármacos para personas en estado grave a causa de la infección o también de pruebas diagnósticas. Por ejemplo, la compañía Oryzon, ha iniciado un ensayo para evaluar la eficacia de una molécula, el vafidemstat, para prevenir la progresión al síndrome de distrés respiratorio agudo, muy común en las personas que sufren las formas más graves de la covid. “La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) también ha avalado cinco tipos de respiradores desarrollados por empresas catalanas. Y hay otras farmacéuticas, como Grifols o Qiagen, han desarrollado técnicas diagnósticas para ayudar a detectar precozmente el virus”, apunta Anido.
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