Barcelona presenta su candidatura para ser la sede de la futura Agencia Europea de Emergencias Sanitarias

Barcelona aspira ser la sede de la nueva Agencia Europea de Emergencias Sanitarias. El Ayuntamiento y la Generalitat han mantenido los primeros contactos para que la ciudad albergue la futura Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (Hera, por sus siglas en inglés), que prepara la Comisión Europea. El anuncio muestra un primer interés, pero la candidatura se encuentra en una fase totalmente embrionaria y tampoco está definido aún qué atribuciones tendrá esta agencia sanitaria. El apoyo del Gobierno se prevé clave para no repetir la derrota de 2017, cuando Barcelona se quedó sin la Agencia Europea del Medicamento por las diferencias entre Madrid y Cataluña.

La consejera de Salud, Alba Vergés, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acordaron la semana pasada impulsar la candidatura para albergar la Hera e iniciar el proceso para presentarla a la Comisión Europea. La Generalitat y el Ayuntamiento crearán ahora un grupo de trabajo para elaborar la propuesta y recoger adhesiones de otras administraciones públicas y entidades de investigación del ámbito de la biomedicina. Las administraciones catalanas trasladaron su interés a los ministerios de Sanidad y de Asuntos Exteriores, y en los próximos días está previsto mantener conversaciones entre el Gobierno y la Generalitat, según fuentes catalanas. Todas las administraciones admiten que el proyecto es actualmente incipiente, y que Barcelona expone ahora únicamente su predisposición inicial a la espera de definir su hoja de ruta.

La Comisión Europea impulsó a finales de 2020 esta nueva agencia de “investigación y desarrollo biomédico avanzado”, a raíz de las dificultades para gestionar la crisis por el coronavirus y con el objetivo de atajar mejor las pandemias que puedan producirse en el futuro. “La Hera proporcionará una estructura permanente para la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos”, asegura el organismo, “y ayudará a dar una mejor respuesta a las amenazas transfronterizas para la salud a escala de la Unión Europea”. El nuevo organismo de salud al que aspira Barcelona constituirá uno de los pilares de la nueva Unión Europa de la Salud que anunció en noviembre de 2020 la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el discurso del estado de la Unión, junto con la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). El objetivo de la Comisión es equiparar la Hera a la Autoridad Biomédica de Investigación y Desarrollo Avanzado (Barda, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, encargado de las crisis derivadas del ántrax o el ébola, y que sacudió el corazón de Europa al asegurarse con rapidez en febrero de 2020 una eventual vacuna tras alcanzar un acuerdo con la farmacéutica francesa Sanofi.

El Ejecutivo europeo abrió el 31 de marzo una consulta pública que termina el próximo 12 de mayo y a partir del tercer trimestre de este año lanzará el reglamento de la creación de la nueva agencia. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona estiman que la institución podría entrar en funcionamiento el año 2023 y no se conocen de momento otras ciudades candidatas.

Vergés aseguró este lunes en una visita a Fira de Barcelona que la ciudad y Cataluña “quieren concursar con toda la potencia”, poniendo en valor un entorno de empresas y centros de investigación relacionados con las ciencias de la vida y de la salud. Colau defendió que la capital catalana “está muy bien posicionada” y goza de unas condiciones “inmejorables” para acoger la institución sanitaria.

El precedente de la EMA

La candidatura de Barcelona llega más de tres años después de que la capital catalana se quedara sin la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA), que tuvo que dejar Londres por el Brexit y que opera actualmente desde Ámsterdam (Países Bajos). Barcelona optó a albergar la sede con una candidatura técnicamente aplaudida por la Comisión Europea, pero la incertidumbre política tras el referéndum del 1 de octubre en Cataluña perjudicó la posibilidad de que el organismo se instalara definitivamente en la capital catalana. La EMA tenía un presupuesto de 350 millones de euros.