Barcelona quiere crear 18 hectáreas de zona verde antes de 2023
Badia asegura que en 2030 se habrán conseguido 160 hectáreas de espacios de parques y jardines
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este lunes que trabaja para que la ciudad gane 18,6 hectáreas de “verde” –parques, jardines, vegetación…- antes de 2023 gracias a la realización de una cuarentena de pequeñas actuaciones.
Tal y como ha anunciado el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, en la presentación del Plan Natura 2021-2030, estas 18,6 hectáreas se sumarán a las 20 conseguidas desde el comienzo de la legislatura en 2019 y con el objetivo de llegar a las 160 hectáreas en 2030. “Vamos a buen ritmo, el mandato pasado conseguimos recuperar 40 hectáreas y este conseguiremos el mismo número”, se ha enorgullecido Badia. Para ello, el concejal se ha comprometido a llevar a cabo un plan —el plan clima— que estructura en tres ejes los avances a realizar para conseguir el objetivo.
El plan pretende aumentar, en primer lugar, el “verde” en la ciudad, pero de forma equitativa. “Buscamos reforzar la infraestructura verde teniendo en cuenta la dimensión de los espacios y buscando la conectividad entre sí”, ha advertido. Badia informa de que se pretende conectar Collserola con los espacios fluviales del Llobregat y el Besòs.
El segundo eje tiene que ver con la gestión ecológica y la “naturalización” de determinados espacios. De esta forma se ha abandonado el modelo de gestión de los parques y jardines propio de los años 90 y se han transformado utilizando plantas y arbustos autóctonos que ayudan a crear espacios de biodiversidad. Actualmente Barcelona dispone de 316 hectáreas de este tipo de verde “naturalizado” —que nada tiene que ver con la hierba cortada que se instauró en los parques de la ciudad— y el objetivo es llegar a las 385 hectáreas antes de 2023, lo que representa un 38% del total de verde en la ciudad.
El último eje tiene que ver con acoger y facilitar iniciativas ciudadanas y ofrecer propuestas concretas para que los vecinos, organizaciones, empresas, etcétera tengan un papel activo en la promoción y conservación de la biodiversidad urbana. El plan, de hecho, todavía no está cerrado y sigue ahora un proceso participativo ciudadano mediante el que se debatirá, se formularán sugerencias y propuestas, y con el que se terminará de cerrar el proyecto antes de redactarse finalmente.
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