El independentismo y los comunes dejan a Vox sin senador autonómico

Los tres partidos independentistas y En Comú Podem han acordado este martes aplicar un nuevo sistema de asignación de senadores autonómicos que comportará que Vox, cuarta fuerza en las elecciones, se quede sin representación autonómica en la Cámara alta. Los grupos han pactado en la Junta de Portavoces que la distribución de senadores sea de tres para el PSC; tres para Esquerra y dos para Junts per Catalunya. Si se hubiera aplicado la fórmula del último mandato, por el de restos mayores, hubiera sido el siguiente: dos senadores socialistas; dos republicanos; dos de Junts, uno de Vox y otro de la CUP. Ciudadanos y el PP han mostrado su oposición a ese reparto. El partido de extrema derecha ha anunciado que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y que prepara una querella contra la mesa por prevaricación.

Marta Vilalta, portavoz de Esquerra, ha planteado en la Junta de Portavoces el sistema de distribución de los escaños, que se denomina fórmula imperiali, una variante de la ley D’Hondt que aplica una corrección matemática y refuerza a las mayorías. La diputada ha afirmado que con ese sistema se ha dado cumplimiento al segundo punto del decálogo impulsado por el independentismo y los comunes para aislar a Vox que establece que se activen los mecanismos para evitar la presencia de los diputados de extrema derecha en los nombramientos que tenga que hacer el Parlament. “Entendemos que las opciones que fomentan el odio no tienen que tener cabida. Lamentemos que el PSC se haya desmarcado”, ha afirmado.

La CUP ha afirmado que ha defendido ese método imperiali aunque les haya perjudicado al quedarse sin un senador. Laia Estrada, diputada anticapitalista, ha afirmado que han priorizado el veto de la extrema derecha en las instituciones. La parlamentaria ha revelado que el PSC se ha desmarcado del pacto antifascista y de aislamiento contra Vox al haber dado apoyo a una nueva fórmula del sistema D’Hondt, que hubiera arrojado esta relación: tres para el PSC; dos para ERC, dos para Junts y uno para Vox. “Ese reparto hubiera dejado fuera a la CUP. Parece que tiene más interés en apuntalar el régimen del 78 que en plantar cara a la extrema derecha”, ha dicho. “Los senadores los nombran los partidos pero representan a la Cámara. Por eso no podemos apoyar a una formación xenófoba y homófoba”, ha agregado el portavoz de los comunes, David Cid.

La decisión ha irritado profundamente a la formación de extrema derecha. El portavoz de Vox, Joan Garriga, ha calificado la decisión de la Mesa de “imperial estafa” ―en referencia al nombre de la fórmula propuesta en la Junta de Portavoces― y ha adelantado que ya estudia el contenido de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por considerar que se vulneran los derechos de sus 217.000 votantes. Ese recurso llegará después de que se agote la vía de reconsideraciones de la Cámara.

“Los senadores los nombran los partidos, pero representan a la Cámara. Por eso no podemos apoyar a una formación xenófoba y homófoba”, afirma David Cid, portavoz de los comunes

Los de Santiago Abascal también considera que puede haber un posible delito de prevaricación y abrirán una vía judicial si finalmente se les niega la representación. El portavoz considera que se viola el principio del derecho consuetudinario (la costumbre, pues es la primera vez que se utiliza la fórmula de reparto) y se pone en duda la representatividad del sistema, en el que solo irán tres grupos parlamentarios contra las cuatro o incluso cinco que han ido en el pasado.

Vox ha encontrado simpatías en el PP. Su líder, Alejandro Fernández, ha mostrado su “profundo desacuerdo” con la decisión de la Junta de Portavoces. “Tienen senador no porque lo diga yo sino porque los catalanes lo expresaron en las urnas”, ha dicho el popular, que ha calificado esa exclusión de “antidemocrática”. Fernández ha revelado que ha remitido dos cartas al president en funciones, Pere Aragonès, para recordarle que el Govern no se somete a ninguna sesión de control desde hace tres meses y que eso es una “anomalía democrática”.

Alicia Romero, portavoz del PSC, ha negado que los socialistas se hayan desmarcado de ningún decálogo y ha recalcado que sí discrepan de la estrategia del independentismo al que ha reprochado poner a Vox en el centro del debate. La diputada ha sostenido la contradicción que comporta aplicar, a su juicio, la tercera versión del sistema imperiali para la designación de los senadores cuando para la composición de las comisiones y la Diputación permanente se ha votado por el sistema D’Hondt. “Se ha retorcido la fórmula hasta que les ha dado el resultado. Es muy mal precedente”, ha afirmado la socialista en alusión a que la Cámara ha hecho para los senadores un traje a medida.

Nacho Martín Blanco, portavoz de Ciudadanos, ha calificado de “lamentable” el espectáculo de dejar a Vox sin senador: “Es un pacto que denominan antifascista con ribetes totalitarios por no llamarlo fascista. Los partidos independentistas con los comunes lo han reconocido de forma pornográfica”. La legislatura pasada se utilizó el sistema de restos mayores y eso daba dos escaños a Ciudadanos; los mismos que a Junts y ERC, uno a los socialistas y otro a los comunes.

En las 13 legislaturas del Parlament, se ha utilizado de manera preferente el sistema de restos mayores y solo se ha aplicado la ley D’Hondt en dos ocasiones: en 1992 y en 2013. Es la primera vez a la que se recurre a este sistema en el Parlament aunque sí es común, por ejemplo, en Ecuador, y lo fue en Italia. El reglamento de la Cámara catalana habla de un reparto “proporcional” de los escaños pero no especifica ningún sistema, por lo cual las acciones legales de Vox tendrían un poco recorrido.