Pere Aragonès va a la investidura con la incertidumbre del voto de Junts y de la CUP

El Parlamento catalán celebrará mañana el debate de investidura para elegir al president de la Generalitat y el candidato será Pere Aragonès (ERC), según anunció ayer la presidenta de la Cámara, Laura Borràs. Aragonès, sin embargo, no cuenta de momento con los votos suficientes: Junts ha supeditado los suyos a un “pacto de legislatura” que aún se sigue negociando. La CUP anunciará hoy el resultado de la consulta a sus bases. El líder de ERC pidió ayer “un acuerdo sin demora”. Si no obtiene mayoría absoluta mañana, el martes habrá una segunda votación.

Aragonès abogó la noche electoral del 14-F por un sprint para cerrar el Govern, pero ha terminado en una ultramaratón, con obstáculos y a contrarreloj. La portavoz de Junts en el Parlament, Gemma Geis, repitió ayer tras reunirse con Borràs que su partido ve verde el pacto. “En este debate de investidura, previsiblemente, no habrá acuerdo”, avanzó. La idea ya la dejó clara el martes el secretario general de Junts, Jordi Sànchez. Dijo que Aragonès se ha ganado ser president y que no quieren nuevas elecciones, pero añadió que aún no se dan las condiciones para investirle.

Borràs propuso ayer el nombre de Aragonès tras dos días de consultas con los ocho grupos parlamentarios. En una breve declaración institucional y tras reunirse con el PSC, la presidenta nominó al líder de ERC al sostener que es quien tiene más posibilidades de ser president aunque Junts y la CUP no revelen su voto. Aragonès cuenta, por ahora, con 33 votos (los de su grupo). La otra posibilidad aritmética era la de Salvador Illa: el líder del PSC defendió su legitimidad (ganó el 14-F con los mismos escaños y más votos) y dijo que había “conversaciones” con otros grupos. Pero Ciudadanos se desmarcó de forma fulminante y tildó de “comedia” el intento de Illa. El jefe de filas naranja, Carlos Carrizosa, afeó al PSC haber criticado en su día a Inés Arrimadas y que ahora se encuentre en la misma situación. Arrimadas, sin embargo, nunca se postuló para el debate tras ganar los comicios en 2017.

Declaraciones de Salvador Illa

Borràs, interpretando a rajatabla la ley de Presidencia de la Generalitat, señaló que la segunda votación, si es necesaria, será el martes y no el domingo. De esa forma, los grupos ganan el fin de semana para seguir negociando. Los republicanos esperan que el viernes llegue el acuerdo pero Junts se lo toma con calma.

Ni Junts ni ERC concretan dónde reside su desencuentro. “Es posible que acabemos de concretar un acuerdo global de legislatura y estabilidad. No hay diferencias insalvables”, dijo Marta Vilalta, de ERC. Uno de los frentes abiertos es el papel que debe jugar el llamado Consell de la República, pilotado por Carles Puigdemont desde Bélgica, donde permanece huido y que ERC y CUP quieren repensar. Junts, mientras, llama a “construir confianzas”.

La preocupación de ERC no es sólo Junts. Los dos grupos suman 65 escaños y están a tres de la mayoría absoluta. Los diputados de la CUP —nueve— son así claves para la investidura y para dar estabilidad. Las bases anticapitalistas, integradas en 11 entidades además de afiliados a título individual, analizan y votan desde ayer el preacuerdo con ERC. Un total de 1.401 afiliados se han inscrito en las Asambleas Obertas Parlamentarias, que engloban a toda la militancia. La votación se realizará por urna electrónica y los resultados se difundirán hoy.

La cúpula de la CUP ha alentado el pacto pero diferentes colectivos que la integran han mostrado opiniones encontradas. Lluita Internacionalista rechaza, por ejemplo, el acuerdo y Guanyem Catalunya, la organización de la líder Dolors Sabater, lo defiende, aunque da libertad de voto a sus afiliados. Endavant, uno de los colectivos más influyentes, recordó tras conocerse el acuerdo entre ERC y la CUP que en su análisis electoral ya se opusieron a ser una “muleta” del Ejecutivo.

La votación, como siempre ocurre en los anticapitalistas, se prevé ajustada. La primera pregunta es si las bases respaldan o no la propuesta de preacuerdo. Y las otras dos son sobre el posicionamiento en el debate de la investidura. El pacto incluye un nuevo “embate” con el Estado en forma de referéndum y medidas sociales en vivienda o una energética pública. La CUP tiene una primera victoria: el Govern ha anunciado que abrirá un portal de la transparencia sobre la actuación de los Mossos y publicará el reglamento sobre las balas de foam. El preacuerdo incluyó una moratoria de esa munición hasta conocerse su uso.