Los 111 bienes en litigio de la Franja pasan su primera noche en Barbastro
La entrega este miércoles en Lleida de las últimas 42 obras se realizó entre protestas por “la poca resistencia” y “el silencio” del consorcio del museo, en presencia de su presidenta, la consejera Àngels Ponsa
De museo a museo. Este miércoles salieron del Museo de Lleida al de Barbastro, dos centros que reúnen las obras más destacadas de su diócesis, a 65 kilómetros de distancia, las 42 últimas obras de las parroquias de la Franja. Son las que quedaban por entregar en cumplimiento de la ejecución de la sentencia que obliga a llevar a la capital del Somontano 111 bienes provenientes de 43 parroquias de la provincia de Huesca que se segregaron en 1995 tras la creación de la diócesis de Basbastro-Monzón.
La iglesia modificó los límites de las diócesis en 1995 generando este conflicto patrimonial entre dos comunidades y dos localidades vecinas que ha abierto heridas difíciles de cicatrizar.
La despedida de esta tercera entrega de obras —todo comenzó el 15 de febrero con la salida de 23, seguida de cinco más el día 22 de febrero y 41 el 5 de marzo— sí estuvo acompañada de protestas de los leridanos convocados por el Círculo de Amigos del Museo que congrego a unas 150 personas que tildaron toda la operación de “expolio” y acusaron a los políticos y a los miembros del consorcio del Museo —Generalitat, Obispado, Ayuntamiento y Diputación de Lleida— de “silencio” y “poca resistencia” y de no haber hecho todo lo suficiente para evitar la salida, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una sentencia provisional recurrida a instancias superiores. “Estamos enfadados y no nos enfadamos porque sí, nos han fallado y no ha sido por una falta de comunicación, queremos recuperar estas piezas que nos han robado”, explicó Josep Manel Larraga, vicepresidente de la entidad a los reunidos.
Al acto, convocado a las 11 de la mañana, a la hora prevista que partiría el camión, también contó, por primera vez, con la presencia de la consejera de Cultura en funciones, Àngels Ponsa, que se defendió de las críticas. “Estamos aquí para escuchar todas las críticas y reflexiones, pero hemos trabajado más de lo que hemos explicado”, aseguró. También que uno de sus primeros actos en el cargo fue visitar el museo, recordó que el Govern aprobó un acuerdo el martes de apoyo al museo y anunció que llevará la propuesta del Círculo de Amigos al Parlament para hacer que se comprometa para llevar hasta el final el litigio. “Hoy es un día triste, pero queremos tirar adelante y llegar hasta donde se tenga que llegar y acelerar los trámites de cara al Supremo”, dijo Ponsa.
Cada uno de los asistentes, incluida Ponsa, colocó un clavel sobre las imágenes impresas de las obras “expoliadas” en las que se podían leerse “recuperémoslas”.
El camión con las 42 últimas obras entregadas llegó a Barbastro alrededor de las 11.45 después de que se adelantara su salida para no coincidir con la concentración convocada ante el Museo de Lleida para las 11. Allí las esperaba el consejero de cultura de Aragón, Felipe Faci, que aseguró que “por fin las obras están donde deben de estar” entre los aplausos y cánticos de himnos de los congregados. Las obras pasarán la primera noche de su vida en Barbastro, un lugar en el que hasta el día de ayer no habían estado nunca. Lo harán en las mismas cajas que viajaron, a la espera de su aclimatación. Luego serán examinadas por técnicos de Barbastro con la intención de exponerlas en el museo, algo que tendrá que tener en cuenta que son objeto todavía de litigio, porque la justicia no ha dicho, todavía, su última palabra.
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