El lento descenso en las UCI preocupa a los hospitales
Los pacientes críticos descienden un 29% desde el pico de la tercera ola, por el 44% de la segunda ola y el 71% de la primera en el mismo periodo
Las UCI catalanas se vacían con más lentitud que nunca. Los pacientes críticos (522) han descendido un 29% desde el pico de la tercera ola, hace 31 días, cuando el 1 de febrero se alcanzaron los 731 enfermos muy graves. La progresión es notablemente más pausada que en el mismo periodo de la segunda ola, cuando se vaciaron el 44% de las camas tras el pico; y que en la primera, cuando bajó un 71%. El ritmo de vaciado en las UCI preocupa especialmente en los hospitales.
La situación en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales catalanes sigue siendo compleja. Hace casi dos meses que los hospitales catalanes acumulan más de 500 críticos. “Los números no salen”, lamenta Joan Ramon Masclans, jefe del Servicio de Medicina Intensiva del hospital del Mar de Barcelona. “Hoy \[Por ayer\] es el día que más críticos tenemos en la tercera ola. En los últimos tres días hemos ingresado seis pacientes críticos, y solo tenemos una alta; el balance no es bueno”. Los hospitales contemplan con angustia cómo la mejora de los datos epidemiológicos no van de la mano con la desocupación de las camas críticas. “Los indicadores van a mejor, pero los pacientes en las UCI descienden de forma asimétrica”, concreta Masclans.
La evolución hospitalaria, sin embargo, cumple con las previsiones del Govern. “No hay un diferencial en este sentido respecto al resto de olas”, aseguró el martes el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon. “Las UCI siempre bajan muy poco a poco y un enfermo que entra puede estar semanas en la UCI”, añadió. Las proyecciones realizadas por el grupo de investigación Biocom, vinculado a la Universitat Politècnica de Catalunya, preveían un descenso de entre un 5% y 15% semanal, pero la actual rebaja de críticos se mueve por la horquilla más lenta, según explica una fuente del equipo.
La comunidad sanitaria apunta al auge de la variante británica para explicar el poco dinamismo en las UCI, y fuentes consultadas añaden que la tipología y edad de los pacientes actuales también son vinculantes. “Pero no conocemos los motivos con exactitud”, indica Masclans. “En principio la variante británica es más transmisible y deberíamos tener más positivos, pero no es el caso, y las UCI siguen sin un descenso evidente. Esa incertidumbre nos angustia”.
Crece la proporción de pacientes críticos
En el hospital Arnau de Vilanova de Lleida, los pacientes críticos con coronavirus han aumentado su proporción. “Las hospitalizaciones en planta siempre representan una proporción mayor que los críticos”, explica Jesús Caballero, presidente de la Societat Catalana de Medicina Intensiva i Crítica (SOCMIC), de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya. “Pero esta semana tenemos aproximadamente un 50% de críticos, incluyendo los semicríticos, y un 50% de pacientes en planta”, concreta. Este desequilibrio invita a Caballero a plantear la posibilidad de que la variante británica sea más virulenta que la variante de Wuhan. “Tendremos que estudiar los datos para tener certezas de que esta variante es más virulenta. Es una posibilidad, aún no es ninguna certeza”.
Preguntado sobre esta posibilidad, Argimon se ciñó a los estudios actuales, que niegan esta posibilidad, pero admitió que existen documentos que plantean que esta cepa sea más dañina para la población mayor de 75 años. “Pero tendremos que estudiarlo para saber si pasamos de una impresión a una evidencia”.
El lento descenso de las UCI alerta a los sanitarios ante un posible repunte de positivos. “Si ahora empezamos a subir desde 500 críticos, el sistema lo tendrá complicado para asumirlo, pero lo hará”, asegura Caballero. Masclans se muestra intranquilo: “Se entiende la reapertura social, pero si los hospitales van a peor, será peor para todos”.
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