_
_
_
_

La tercera ola desborda las comarcas del Ebro

La Generalitat de Cataluña valora aplicar un confinamiento perimetral y se intensifican los controles policiales

Entrada al hospital comarcal Verge de la Cinta de Tortosa.
Entrada al hospital comarcal Verge de la Cinta de Tortosa.J. Ll Sellart
Marc Rovira

El virus avanza desbocado por las Terres de l’Ebre, en el sur de Cataluña. Los rastreos revelan que uno de cada diez tests que se practican da positivo y el riesgo de rebrote marca valores por encima de 900, cuando más de 100 ya entraña riesgo alto. La tasa de contagio se ha estancado en unos niveles insolitamente elevados en unas comarcas que habían sufrido de refilón los efectos de la covid-19 durante la primera y la segunda ola. Para tratar de contener la expansión, el Departamento de Salud valora aplicar confinamientos perimetrales y medidas más restrictivas.

”Nosotros ya hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos”, manifiesta Josep Caparrós, alcalde de Sant Carles de la Ràpita. El municipio costero, de unos 15.000 vecinos, presenta índices inquietantes. Tanto por las cifras, con una incidencia acumulada de casi 2.000 positivos por cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas, como por el desconocimiento de las causas que han disparado los contagios. “No sabemos qué pasa”, admite el alcalde.

Más información
Mueren ocho personas por un brote de covid-19 en una residencia de Cambrils, en Tarragona

Una de las posibilidades que más se han barajado tienen que ver con la proximidad con la Comunidad Valenciana, que lleva semanas con los valores de contagio muy altos. “Esa hipótesis la veo poco clara porque quien vive en la Ràpita si necesita salir va a Tortosa, no va a Vinaròs”, indica Caparrós. Añade que Alcanar, La Sènia o Ulldecona, municipios plenamente fronterizos y con mucha más interacción con sus vecinos valencianos, “no están tan mal”. Casi toda la franja limítrofe está catalogada como zona de riesgo muy alto, según Salud.

La policía local y los Mossos d’Esquadra realizaron controles en los accesos a Sant Carles de la Ràpita. El ayuntamiento niega que se descubrieran muchas infracciones de las restricciones, apenas se contaron treinta incidencias, lo que, según el alcalde, indica que “la mayoría de la gente está haciendo las cosas bien”. En este sentido abunda que “quien más y quien menos tiene cerca a gente infectada o confinada por contacto, y eso da conciencia de la gravedad del tema”.

En Terres de l’Ebre se levantaron 68 denuncias entre sábado y domingo por incumplir las restricciones de movilidad. Xavier Pallarès, delegado de la Generalitat en Terres de l’Ebre afirma que aumentar la acción policial sirve para que “la gente se quede más en casa”. Pallarés prevé más controles para encorsetar la movilidad.

Josep Caparrós alega que “hace muchas semanas que no hacemos actividades culturales ni el mercado semanal de los sábados, y hemos cerrado el museo, la piscina y la biblioteca”. En Sant Carles de la Ràpita se descubrió el segundo caso de cepa británica detectada en Cataluña. Fue una mujer que había viajado a Londres y que dio negativo a un primer test PCR pero que, luego, empezó a desarrollar síntomas. Desde las Navidades la escalada semanal de contagios ha sido imparable.

Antes de las fiestas se contaron cinco casos, mientras que en el recuento de la semana pasada se registraron 169. La situación es mala tanto en el Montsià como en el Baix Ebre. En esta última comarca se ha pasado de 85 positivos en la semana del 25 de diciembre a 369 la semana pasada. En su capital, Tortosa (33.000 habitantes), se cuentan unos 200 nuevos positivos semanales, el índice de rebrote es de 1.173 y la Rt de 1,2, lo que indica que la pandemia crece. Las escuelas tienen a diecisiete grupos confinados y más de 90 alumnos han dado positivo. El ayuntamiento ha suspendido todos los actos culturales para los próximos días y ya ha cancelado la feria Expoebre, programada para finales de abril. En la Terra Alta y en la Ribera d’Ebre los casos también se han multiplicado.

Meritxell Roigé, alcaldesa de Tortosa, alerta de que los centros de salud están “muy tensionados” y que hay una ocupación muy elevada de las unidades de cuidados intensivos. El Hospital Verge de la Cinta es el único de las Terres de l’Ebre con camas UCI y acumula 24 ingresos, 19 de ellos por Covid. El límite de capacidad, incluso desprogramando intervenciones, está en 32 pacientes. En planta del Verge de la Cinta hay otros 25 pacientes covid y 72 profesionales sanitarios han tenido que ser aislados. Entre el Hospital Comarcal de Amposta, el de la Santa Creu de Jesús y el Hospital de Móra d’Ebre se cuentan más de 70 ingresados por covid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_