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Suspendido el desahucio del Gimnasio Social Sant Pau

El propietario y el Ayuntamiento se han dado dos meses para valorar una solución definitiva al recinto

El País
Barcelona -
Gimnasio Sant Pau en la Ronsa Sant Pau 46
Gimnasio Sant Pau en la Ronsa Sant Pau 46Gimnasio Sant Pau

El Gimnàs Sant Pau, en el barrio del Raval de Barcelona, se vuelve a salvar. In extremis y, por ahora, por dos meses. La propiedad de la finca en la que se encuentra el equipamiento social (Samaranch viñas, Julia y CIA CB) suspendió ayer el desahucio previsto para el próximo miércoles. La suspensión, porque la instalación no tiene contrato de alquiler desde el pasado verano, llegó tras la segunda reunión mantenida en menos de 24 horas por la propiedad y el distrito de Ciutat Vella de Barcelona.

El concejal del distrito, Jordi Rabassa, anunció a través de las redes sociales la suspensión del desahucio y explicó que en el encuentro las dos partes hicieron “varias propuestas” y se dieron un tiempo de “dos meses para valorarlas y encontrar conjuntamente una solución definitiva”.

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El Sant Pau es todo un símbolo del barrio porque durante ocho décadas se ha ocupado de los vecinos con menos recursos. Lo utilizan como instalación deportiva y desde la crisis del coronavirus atiende cada día a 170 personas sin hogar con servicio de duchas, ropero (por un convenio con el consistorio) y comida.

El jueves, los grupos de ERC y Junts per Catalunya en el consistorio presionaron al gobierno de la alcaldesa Ada Colau para frenar el desahucio y pidieron que la ciudad compre o expropie el edificio, cuyo valor de mercado es alto porque podría albergar vivienda.

El equipamiento está en la cuerda floja desde hace más de dos años. En 2018 el consistorio compró una finca contigua en un primer paso para salvarlo el popular gimnasio. El pleno municipal aprobó en mayo de ese año la compra del edificio y la protección de la casa fábrica de la primera planta y pese a distintas fases de negociación no se ha materializado. Primero el consistorio quiso comprar, luego fue reticente a hacerlo, la propiedad también lo fue a vender e incluso han intervenido entidades sociales en las negociaciones.

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