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La disputa entre Generalitat y ministerio bloquean el plan de choque para salvar el Delta de l’Ebre

El Govern se queja de que no recibe el permiso para actuar mientras que Transición Ecológica demanda concreción en el proyecto

Marc Rovira
Arrozales del Delta del Ebro inundados de agua de mar.
Arrozales del Delta del Ebro inundados de agua de mar.Josep Lluis Sellart

El Delta de l’Ebre pelea contra el asedio permanente del envite del mar mientras trata de salir indemne de una nueva amenaza: el desencuentro entre Generalitat y Ministerio para la Transición Ecológica dejan en el aire un paquete de inversiones de seis millones de euros. Las disputas bloquean el plan de choque para reforzar la línea de la costa ante los temporales que pueda haber este invierno y entorpecen las intervenciones para recuperar espacios ya arrasados por las mareas. “No son capaces ni de hablarse por teléfono, es muy lamentable”, sintetiza Xavier Curto, portavoz de la Mesa de Consenso por el Delta de l’Ebre.

El consejero de Territorio, Damià Calvet, hizo público este viernes un comunicado donde denuncia la negativa del Ministerio para la Transición Ecológica a aceptar una propuesta de la Generalitat para actuar de emergencia en el Delta. Según la nota, Territorio se ha ofrecido para colaborar en la “financiación y ejecución” de los trabajos de reparación y refuerzo de la franja costera pero la administración del Estado ha vetado toda intervención autonómica alegando que se trata de “una competencia exclusivamente estatal”. Por lo pronto, el encontronazo entre administraciones mantiene en suspenso los seis millones de euros que la Generalitat presupuestó para ejecutar acciones en el Delta de l’Ebre.

Los estragos que causó el temporal Gloria, justo hace un año, a ambos lados de la desembocadura del río Ebro fueron el detonante de un clamor de socorro e indignación surgido de los municipios del Delta. Ayuntamientos, vecinos, asociaciones, arroceros y mariscadores alzaron la voz para reclamar un plan integral de actuaciones en una zona de alto valor medioambiental pero muy sensible ante el empuje del mar. La Generalitat reaccionó anunciando una inversión que, según alega ahora, el ministerio no permite ejecutar. Se trataría, básicamente, de proceder a una reposición de 500.000 metros cúbicos de arena en las zonas más erosionadas del margen izquierdo, como la playa de la Marquesa en Deltebre y la franja más cercana al Arenal, en l’Ampolla, y, en el extremo sur, del refuerzo de la Barra del Trabucador y la regeneración de la Illa de Buda. “El Estado, pero, ha denegado al Gobierno catalán la capacidad para actuar de emergencia en esta zona, explicitando que se trata de una competencia exclusivamente estatal”, reprocha el Departamento de Territorio. La Generalitat afirma que hasta por dos veces, mediante sendas cartas del secretario de Territorio, Agustí Serra, y del director general de políticas de montaña y litoral, Albert Alins, se ofreció colaboración al Ministerio para actuar sin demora en el Delta.

El Ministerio para la Transición Ecológica rebate las acusaciones del Gobierno catalán y especifica que la Generalitat desatiende los conductos reglamentarios que permitirían una actuación coordinada en la desembocadura del Ebro. “Es necesario presentar un proyecto con las intervenciones detalladas”, señalan fuentes del Ministerio. Con fecha de 14 de diciembre de 2020, Ana María Oñoro, directora general de la Costa y el Mar, remitió carta a la consejería de Territorio pidiendo “el proyecto o proyectos concretos en los que se defina la intervención propuesta con el fin de que puedan acometerse de inmediato para prevenir daños”. El Ministerio apunta que el proyecto sigue sin llegar.

A todo ello, en el Delta de l’Ebre, cada anuncio de mal tiempo se interpreta como una amenaza latente para acentuar la regresión de su litoral. “Para los próximos días hay anunciado temporal, ya veremos qué pasa”, vaticina Xavier Curto, el portavoz de la mesa que agrupa los intereses de los municipios del parque natural, agricultores y regantes, y donde también tienen representación la Generalitat y el Estado. “Resulta increíble que no se invierta en el Delta”, lamenta.

La Generalitat insiste en señalar como responsable de la inacción al Ministerio, criticando que no le ofrezca la autorización para intervenir sobre el dominio marítimo terrestre ni permita actuar sobre el ámbito de protección del litoral porque “las actuaciones en emergencia solo las puede declarar y ejecutar el Ministerio”.

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“Una propuesta genérica”

La respuesta de los técnicos de Transición Ecológica es que la administración catalana se limita a hacer una “propuesta genérica”, sin abundar en un proyecto que permita conocer en qué se concretaría la intervención autonómica en el litoral. Fuentes del Ministerio niegan las alegaciones vertidas por el Departamento de Territorio. “No es cierta la afirmación que contiene el comunicado al indicar que el Estado ha denegado la capacidad de actuar a la Generalitat o que la Generalitat no está autorizada a actuar con obras de emergencia”, señalan. Pero, para dar luz verde, se exige concreción a la Generalitat. Mientras, el Delta de l’Ebre sigue aguardando soluciones.

El temporal Gloria dejó una marca indeleble en el Delta de l’Ebre. Se va a cumplir un año de la borrasca que anegó 3.000 hectáreas de arrozales y que arrasó con todo a su paso. En los días siguientes al temporal, el Delta estuvo en el foco mediático por los importantes destrozos y por la amenaza que suponía para su frágil equilibrio medioambiental el avance del agua salada. Entonces se anunciaron medidas a bombo y platillo para protegerlo. Hace dos semanas, una manifestación de 150 tractores recorrió el puente que separa Deltebre de Sant Jaume d’Enveja. “No se ha hecho nada y el Ministerio trabaja con la previsión que, en 70 años, el 70% del Delta esté sumergido”, denuncian los arroceros.

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