Junts per Catalunya y PSC reafirman su pacto en la Diputación de Barcelona antes de las elecciones

El pacto de PSC y Junts per Catalunya en la Diputación de Barcelona sobrevivió ayer a una prueba de fuego. Ambos socios hicieron piña para tumbar una moción de Esquerra, que intentaba censurar la gestión del ente supramunicipal, y especialmente de su presidenta, Núria Marín, ante el caso del desvío de fondos públicos en el Consell Esportiu de L’Hospitalet. La herida del pacto con los socialistas sigue sangrando tanto en Junts como en ERC, que se acusan mutuamente de coquetear con el PSC para un acuerdo después del 14-F. Los neoconvergentes acusaron a los republicanos de “electoralismo”.

Tras las pasadas elecciones municipales, los diferentes pactos tanto de ERC como de Junts con el PSC generaron malestar en ambas formaciones independentistas. El de la Diputación de Barcelona, con 1.000 millones de euros de presupuesto y un radio de acción de 311 municipios en toda la provincia, fue tal vez el más doloroso para los republicanos. En ERC critican que Junts haga un doble discurso sobre pactar con “los del 155” teniendo el acuerdo en la Diputación y al mismo tiempo se les acuse día sí y día también de que se reeditará el tripartito tras los próximos comicios.

De ahí que los republicanos forzaran una sesión extraordinaria del pleno provincial para intentar, por un lado, dejar en evidencia a Junts y por otro atacar al PSC por el flanco del caso de corrupción en el Consell Esportiu de L’Hospitalet. Un juzgado de esa población del Baix Llobregat investiga si parte de los fondos públicos que ha recibido el Consell, una entidad sin una vinculación orgánica al Ayuntamiento, fueron desviados a particulares relacionados con el PSC. Se sospecha que hay una ocultación de 400.000 euros a través de una contabilidad paralela.

La decisión de la Policía de detener (y después liberar) a Marín el pasado mes de diciembre, dio más munición a ERC para llevar ante el pleno de la Diputación la moción. Los republicanos creen que el hecho de ver a Marín prestando declaración ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional daba alas a poder censurar la gestión que ha hecho el gobierno provincial ante posibles casos de corrupción. ERC, sin embargo, solo logró el apoyo de Ciudadanos y Tot per Terrassa.

La mayoría de grupos coincidieron durante el debate telemático en calificar de “electoralista” y “oportunista” el texto impulsado por Esquerra. “Nos parece ridículo anunciar una medida como ésta sabiendo que no podrá ser ni presentada por falta de apoyos suficientes. Es objetivamente inviable dadas las mayorías existentes”, aseguró Neus Munté, diputada provincial de Junts.

Munté es una de las personas que cierra la lista que encabezan el expresident Carles Puigdemont y Laura Borràs para las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero. El voto contrario a la moción de ERC reafirma pues el pacto en la Diputación pese a las críticas casi diarias a los socialistas. Ayer la propia Borràs, en una rueda de prensa cargó contra los socialistas. “Pedro Sánchez presume de tener el gobierno más progresista pero solo tapa las vergüenzas de la monarquía, centraliza las competencias, no gestiona ni deja gestionar”, dijo.

Más transparencia

Tanto ERC como Ciudadanos pidieron durante el debate a Marín que dejara la presidencia de la Diputación mientras se realiza la investigación policial, que también salpica a varios cargos del PSC en L’Hospitalet de Llobregat. El pasado 12 de diciembre, el concejal socialista Cristóbal Plaza, detenido anteriormente en la investigación, dejó su acta. “No hemos venido a determinar si usted es culpable o no de algo. Pero es capaz de poner a disposición su cargo en su partido, pero ante la ciudadanía, que es ante la que debe, no lo hace”, criticó el jefe de filas de los republicanos, Dionís Guiteras.

El PP y los comunes se abstuvieron en la votación del texto, que hacía énfasis en la falta de transparencia y en la falta de colaboración del Gobierno de la Diputación a la hora de rendir cuentas. Eso enfureció a ERC, y Guiteras le recordó a los comunes que en L’Hospitalet sí pidieron la dimisión de Marín. Ante “la falta de transparencia”, los republicanos también solicitaban endurecer el código ético del ente supramunicipal. Este último punto sí ha recibido el apoyo de todos los grupos. La portavoz del PSC, Pilar Díaz, ha defendido que no hay ninguna relación entre el caso del Consell Esportiu y la Diputación. Con todo, se mostró favorable a la revisión de los códigos de buena conducta.

Mas y Mas-Colell harán campaña por el PDeCAT

El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y el exconsejero de Economía, Andreu Mas-Colell, harán campaña a favor de las listas del PDeCAT de cara a las próximas elecciones del 14 de febrero. Así lo reveló ayer la candidata a la presidencia de la Generalitat, Àngels Chacón, duranre la presentación de los carteles y el lema electoral ‘Si te lo piensas, PDeCAT’.

La exconsejera de Empresa explicó que su campaña contará con la participación de “antiguos miembros del Govern” y puso como ejemplos al exlíder de la desaparecida Convergència o el exconseller.

Mas reafirma así su apuesta por el partido heredero de CDC, después de que maniobrara para intentar frenar el cisma con Junts per Catalunya. A la formación liderada por el también expresidente Carles Puigdemont sí han recalado otros nombres como el de Neus Munté, que es una de las personas que cierra la lista de la presidenciable Laura Borràs.

Con la participación de nombres como el de Mas o Mas-Colell, los neoconvergentes buscan captar al votante independentista moderado, de centro derecha, que teme la unilateralidad. Chacón aseguró que su formación es la única con capacidad de “conseguir auténticas estructuras de Estado” y de ser garantía de “volver a ser el referente que éramos”. El partido compite en ese sector con la formación de Marta Pascal, el PNC.