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El Gobierno promete ahora 6.346 millones para Cercanías de Cataluña

El Ejecutivo central presenta su plan para los próximos diez años ante el escepticimo de las instituciones catalanas

Dani Cordero
Interior de la estación de la Sagrera, en Barcelona.
Interior de la estación de la Sagrera, en Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

Las redes de Cercanías de Cataluña, con el foco puesto en la de Barcelona, recibirá 6.346 millones de euros en los próximos diez años si se acaba cumpliendo el Plan Rodalies presentado este viernes por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. El Gobierno catalán asumió con escepticismo el compromiso, dados los incumplimientos de inversiones anunciadas con anterioridad. La macroestación de la Sagrera, según anunció la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, estará concluida en 2025.

El Plan Rodalies era uno de los documentos de planificación más esperados de los últimos años a causa de lo que implica: pone negro sobre blanco los proyectos que el Gobierno plantea llevar a cabo en los próximos diez años en una red ineficiente y que acumula incidencias a diario. La propia diagnosis pone de manifiesto la urgencia: tramos de vía con más de 40 años de antigüedad, el 46,2% con vía única y puntos críticos con una saturación de más del 75%. No hay novedades relevantes en el plan, pero sí mucho mantenimiento de la infraestructura actual, renovación de trenes y la inclusión de proyectos tan antiguos como relevantes para reducir la saturación y, sobre todo, la intensidad de paso de trenes por los dos túneles ferroviarios que cruzan la ciudad. Las mejoras deberían mejorar un 58% la capacidad, un porcentaje superior al 50% de incremento de demanda que espera la Autoridad del Transporte Metropolitano. Si se cumple lo presentado este viernes, en diez años habrá diez nuevas estaciones y 120 kilómetros de vías más.

En los cinco primeros años del plan se prevén trabajos para la cobertura de vías de l’Hospitalet, la puesta en marcha de la lanzadera al aeropuerto, la finalización de la estación de la Sagrera, llamada a ser una de las principales paradas de Barcelona, o el desdoblamiento de la R3 entre Parets y La Garriga.

Colau señaló que el plazo definitivo era 2025, lo que supone un nuevo retraso (el último anuncio señalaba que en 2020 estaría acabada) y, en opinión de la alcaldesa de Barcelona, “un punto de inflexión”. Pero también fue Colau una de las primeras en expresar la desconfianza sobre el cumplimiento de compromisos en inversiones. “Habrá que estar vigilantes”, dijo.

Los precedentes no permiten ser optimistas: en 2006 se prometieron 3.600 millones de euros y este viernes el consejero de Territorio, Damià Calvet, dijo que apenas se cumplió entre un 13% y un 15%, por lo que habló de “frustración”. “No volvamos a fallar a la gente”, le dijo a Ábalos en un discurso en el que admitió “escepticismo”.

4.600 millones hasta 2025

Por si acaso, para los cinco primeros años el Gobierno compromete una inversión de 4.622 millones. Casi 1.500 serán para renovar material rodante mientras que otros 2.243 millones tendrían que financiar la mejora de la capacidad de la red y de integración urbana, operación en la que entraría, por ejemplo, la cobertura de vía de L’Hospitalet.

Ábalos intentó blindarse de las críticas asegurando que en los dos últimos años se han invertido cerca de 1.700 millones de euros y licitado más de 1.400 millones en contratos de inversión, partidas que habrían ido a parar tanto a Rodalies como al corredor mediterráneo.

Además de las nuevas estaciones, el Gobierno trabaja en la posible planificación para que Castelldefels y El Prat estén conectadas por cuatro vías para ganar capacidad. Y también se plantea, aunque se tendrá que planificar, la nueva línea entre Barcelona y Castelldefels pasando por Cornellà y la línea orbital, otro viejo proyecto que pretende unir Vilanova, Vilafranca, Martorell, Terrassa, Sabadell, Granollers y Mataró.

En el plan no se ha resuelto todavía una duda: cuál será el futuro de la Estación de Francia. Si mantendrá la actividad que tiene en la actualidad o no.

Protocolo para crear pisos sociales

El ministro José Luis Ábalos firmó un protocolo con la Generalitat y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para construir más de 1.200 viviendas de alquiler asequible o social en la capital y su entorno. En la firma participaron el consejero de Territorio, Damià Calvet, y el vicepresidente del AMB, Antonio Balmón. Ábalos señaló que con la firma del protocolo se abre una vía para aumentar el parque público de vivienda pública donde vive el 42% de la población catalana. Afirmó que el parque público es “lamentable” y lamentó “el error de haberlo desmantelado en parte”.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

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